Gregorio Manzano, durante la entrevista concedida ayer a este periódico. Foto: MIQUEL ÀNGEL CAÑELLAS
Albert Orfila / Carlos Montes de Oca
Abandonó el club por la puerta grande, alzado a hombros por sus
propios pupilos y bañado en cava. Era el 28 de junio de 2003. Dos
años y casi ocho meses después, el entrenador Gregorio Manzano
(Bailén, 1956) ha acudido a la llamada de auxilio del Mallorca.
Aquel equipo con el que alzó el título de la Copa del Rey está hoy
anclado en la duda después de un inicio de Liga traumático, aunque
ha recuperado su autoestima tras el triunfo del pasado domingo en
Málaga.
Gregorio conoce al vestuario y la caseta le conoce a él. Su verbo es claro y directo. No se ha trazado ningún objetivo y pide tiempo para marcar sus líneas de trabajo. El Profe vuelve junto con su inseparable Gonzalo Hurtado para impartir lecciones. Acude a la cita después de dirigir la primera sesión de entrenamiento de la semana. El triunfo en Málaga han supuesto tres puntos matemáticos pero «30» desde el punto de vista anímico. Después de visitar las instalaciones de Ultima Hora y de ser recibido por el presidente del Grup Serra, Pere A. Serra, y el director Pere Comas, el entrenador del Mallorca transmite sus primeras sensaciones.
-¿Entiende la corriente de euforia que se ha instalado
en la Isla después del triunfo en Málaga?
-La verdad es que no era un ambiente muy optimista cuando Nando
Pons me llamó el lunes por la noche. Y es que las perspectivas, con
el equipo como último clasificado y Héctor Cúper recién dimitido,
no eran demasiado positivas de cara a un futuro inmediato. Quedamos
el martes en Madrid para comer e intentar llegar a un acuerdo, se
cerró e inmediatamente salimos volando para acá. De esa fecha a hoy
ha pasado una semana, con un partido en medio, y se ha pasado de la
nada al todo. Pero sólo ha sido un pequeño paso y ha servido para
no quedarse descolgado en la última posición. Pero debemos de
seguir trabajando.
-¿Qué cuota de responsabilidad tiene el entrenador en el
triunfo del equipo en La Rosaleda?
-El mérito radica en estar todos los días con los futbolistas, en
elevar un estado de ánimo sustentado en hechos reales. Pero ellos
también han puesto de su parte porque de lo contrario no sirve para
nada. Les hemos hecho ver que tienen cualidades futbolísticas,
capacidad para poder salir de esa situación, que no hay ningún
equipo superior a ellos y que haciendo las cosas con orden y con
sentido son capaces de salir de ahí abajo. Pero es que encima se lo
han creído, pero no porque hayan llegado unos ilusionistas, sino
porque lo han demostrado. Y si lo han demostrado es porque tienen
capacidad para resolver esta situación. Nosotros estamos para
ayudarles a que sean mejores, a que suban su nivel futbolístico y
como grupo en todos los conceptos. Tomamos unas directrices, pero
fue sólo el comienzo. Ahora empieza lo más duro, que es escalar
puestos y para ello es fundamental ganar más que perder.
-¿Se ha encontrado a un Mallorca muy distinto al que
dejó?
-Es diferente desde la cúpula hasta la plantilla. Apenas quedan un
par de jugadores de nuestra etapa, como Moyà, Tuni, Cortés o
Campano. Todo lo demás es nuevo.
-¿Qué es lo que más le ha sorprendido en su
regreso?
-El ambiente de trabajo interno es el mismo, con Damià, Joan
Mesquida y Toni Servera. Eso es una ventaja porque a los cinco
minutos de entrar en el vestuario ya estábamos hablando el mismo
lenguaje. Al presidente le conocía de alguna conferencia y en
apenas una cena sabíamos lo que nos habíamos encontrado; un hombre
lleno de vida futbolística y con una gran ilusión.
El hecho de firmar también para la próxima temporada
implica un convencimiento absoluto de seguir en Primera División,
porque nadie quiere entrenar en Segunda
-Sí porque en una de las conversaciones mantenidas con Nando Pons,
él me expresó una seguridad notable en esta plantilla. Yo no
hubiera vuelto al Mallorca si el secretario técnico no creyera en
esta plantilla porque no quería volver por el nombre, por ser el
entrenador campeón de Copa. Nando me confirma y me reafirma que la
plantilla es mejor de lo que es. Eso es lo que me hace dar el paso,
pensar en la salvación y en tener continuidad.
-¿Qué opina cuando dicen que las segundas partes nunca
fueron buenas?
-Pues a veces sí y otras no. Es un tópico y vamos a desmentirlo. Es
la primera vez que vuelvo a trabajar en un ex equipo y ahora tengo
más ganas y más fuerza que el año de la Copa porque se necesita
hacer algo tan grande como ganar aquel título en menos tiempo.
-¿Ser uno de los entrenadores de referencia de la
entidad, le concede un plus ante la afición?
-La
afición sabe el trabajo que hicimos ese año y no lo personifico en
mí. La Copa se levantó entre todos porque hubo muchos problemas
para llegar a levantar ese título: Luque se nos marchó 48 horas
antes, en las vísperas del debut aparecieron Pandiani y Turu,
creció Riera, Cortés y Poli venían de un equipo descendido a
Segunda B, Lozano llevaba un año sin jugar...Todo eso sumado, con
el trabajo del cuerpo técnico, hizo que ese equipo fuera campeón.
Fue una temporada bonita y la afición se acuerda. No apoyará a
Gregorio Manzano, sino al equipo porque le hace falta.
-¿Se pueden dar por perdido los tres puntos ante el Real
Madrid?
-No deberíamos de dejar ningún punto por ganar antes de los
partidos. No sería buen síntoma y no lo va a ser. El Real Madrid
tiene que jugar 90 minutos como nosotros y tenemos que hacer valer
nuestras armas. En el fútbol no siempre gana el favorito ante el
más débil y por qué no pensar que podemos ganar al Madrid.
-¿La calidad de plantilla es superior a la que indica la
clasificación?
-La calidad va con la inversión y si estamos ahí abajo es porque
los jugadores de calidad son los que hay. Pero el equipo no está
entre los tres peores de Primera División. Seguro.
-Se le ve muy ilusionado con su nuevo trabajo. ¿Ha sido
duro estar un año sin equipo?
-Ni duro ni fácil. Es una cuestión que va con nosotros. Cualquiera
que elija esta profesión y piense que nunca va a ser cesado, es un
iluso. Hay que admitir las cosas como vienen y lo que uno saca con
conclusiones. El fútbol nos vuelve a dar otra oportunidad y estamos
intentando demostrar que podemos estar también a las duras. Por
nosotros no va a quedar, vamos a poner todo lo humanamente posible
para que el Mallorca logre su objetivo.
-¿Ha cambiado en relación al entrenador que conquistó la
Copa?
-Básicamente, no. Hemos pasado por la Universidad de Oxford, que es
el Atlético de Madrid, que es una enciclopedia. Es un club tan
grande y tan rico en sentimiento que quizás fuimos unos Quijotes
cuando hice la presentación y dije que iba a llevar al equipo a
Europa sin saber la plantilla que iba a tener. Sólo nos faltó un
gol para clasificarnos para la UEFA. Para mí fue un exitazo llegar
a esas metas con los medios que nos pusieron. Uno ve en ese mundo
otras cosas y va viendo el fútbol de otra forma. Te sirve para el
futuro aunque luego al final tropezamos en la misma piedra porque
somos como somos. Creo en las personas y no he entrado en el mundo
del fútbol para engañar a nadie ni decir mentiras y uno va de
frente, con el corazón abierto.
-¿Pensó que podía volver algún día al
Mallorca?
-Yo tuve ya una llamada el año pasado del club diciéndome que en
caso de que el equipo bajara no firmara con nadie por si acaso
tenía la opción de volver. Esa es la realidad. La relación fue muy
buena a pesar de la salida...
-¿Por qué no continuó en la Isla?
-Porque nadie llegó a ofrecerme una posibilidad real de contrato.
Hubo un tiempo de stand by y nadie me ofreció nada. Cuando llegó el
nuevo consejo, en la segunda quincena de julio, ya me había
comprometido con el Atlético de Madrid.
-¿Desde fuera le ha sorprendido la situación del
Mallorca, con un entrenador con el aval de Cúper?
-Me ha llamado la atención dos cosas. Primero, que al siguiente año
de marcharnos, el técnico que llegó (Pacheco) fuera cesado tras la
sexta jornada y segundo, que Benito Floro, un año después, durase
ocho jornadas. Desde fuera, uno ve que un club que en tan poco
escaso de tiempo no está de acuerdo con los métodos de los técnicos
que ha tenido, es jugar a la ruleta rusa. Y un club como el
Mallorca, según mi opinión, tenía que haber dado un poco más de
tiempo a sus técnicos. Esas dos situaciones me llamaron mucho la
atención. Con Cúper se consiguió la permanencia y ahora se ha
vuelto a hacer otro cambio de entrenador. Quizás la estabilidad de
algún técnico con más tiempo al frente del equipo no le vendría mal
para estabilizar deportivamente este entidad. No creo que tanto
cambio de entrenador y de presidente en tan poco tiempo sea
favorable para una institución. Pero hablo como aficionado, no como
profesional.
-¿Cuál es su sueño en el Mallorca al margen de la
permanencia?
-Sueño en llegar a la última jornada sin jugarnos nada, lo cual
indicaría que podemos estar tranquilos por lo menos algún partido.
Sueño con que el público pueda disfrutar de los partidos, por qué
no y sueño con hacer con tiempo y forma un buen proyecto para la
próxima temporada.
-¿Cuál es el valor anímico del triunfo de
Málaga?
-Mucho. Ese grupo celebró alborotado la victoria en el vestuario
con un corro cantando en el centro de la caseta. Ese equipo soltó
tanta adrenalina contenida dentro que es lo más positivo. Eso se
puede multiplicar por el coeficiente que queráis. Han sido tres
puntos matemáticos, pero treinta puntos de inmensa alegría y de
soltar todo lo que llevábamos dentro.
-¿Alinear de salida a Basinas y formar en ataque con
Arango y Pisculichi lo tenía previsto de antemano?
-Se estudian un poco los movimientos y eliges dos opciones
ofensivas con relativo escaso trabajo de presión arriba. Al final
encontramos ese equilibrio.
-Los fichajes de invierno, Nunes, Basinas y Pisculichi,
mostraron en Málaga que pueden aportar mucho en esta segunda parte
del campeonato.
-Eran jugadores de refresco en todos los sentidos, de cabeza y de
pies. Nunes estuvo infranqueable, Basinas distribuyó con criterio y
personalidad y Piscu es una ardilla dentro del área. Son tres
futbolistas que le van a dar mucho juego al Mallorca.
-En su primera época en el Mallorca jugaba con un solo
pivote. ¿Se atreverá este año?
-Depende. Para hacer sistemas de juego hay que estudiar las
características de los futbolistas y ahora no tenemos a ningún
Ibagaza.
-¿En cuántos puntos cifra la permanencia?
-En 40, uno arriba o uno abajo. Ojalá sean menos. Con seis
victorias podríamos alcanzar la meta. Desde el Getafe para abajo,
ningún equipo se puede fiar. Ni el Málaga está descendido ni el
Espanyol está salvado. Hasta la jornada 35 el baile será un cambio
de pareja. Nos quedan diez jornadas de mucho baile y el que tenga
la dicha de ganar dos partidos consecutivos, dará un buen respiro.
Cada partido es una final.
-El presidente comentó textualmente «seguro que nos
salvamos»...
-Lo reafirmo. Nos salvaremos seguro.
-Siempre suele hablar de atrevimiento. ¿Es una de las
recetas?
-Es que para salir de estas situaciones hay que tener atrevimiento.
No ser unos osados, pero ser atrevidos porque si no no llegaremos a
nada. Las campañas han estado por encima de las posibilidades por
ese atrevimiento. En la primera etapa, recuerdo un partido ante el
Rayo que remontamos con un jugador menos. Recular para atrás no
está en mi libro de estilo.
-¿El club va a fichar a una psicóloga?
-Patricia Ramírez es una persona que trabaja en el deporte
individual de élite y considere que los jugadores quizás
necesitaban una ayuda para poder superar temas de estrés, ansiedad,
tensión, miedo...Trabajará con nosotros cuando yo lo considere
oportuno para reforzar el aspecto mental.
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