Jorge Lorenzo, con un típico tambor qatarí, en la jornada previa a los entrenamientos. Foto: DORNA

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Losail, Qatar, calor, humedad... Y buenos recuerdos. En dos ediciones, ese Gran Premio ha tenido a Jorge Lorenzo como uno de sus grandes protagonistas. Lo hizo en su puesta de largo. Corrían los tiempos de Derbi en 125. Firmó la «pole», logró la victoria más ajustada de la historia por delante de Andrea Dovizioso -no decidió la foto finish, lo hizo la vuelta rápida final- y firmó el récord de la pista (2:09.569, a 149,480 km/h). No cambiaron mucho las cosas en dos y medio.

«El triunfo en Jerez me ha dado mucha confianza. Qatar me gusta y he logrado buenos resultados, pero para ser competitivos tenemos que encontrar la puesta a punto adecuada, y teniendo en cuenta que es la primera vez que corremos con la Aprilia y no rodamos mucho por aquí, no será fácil», explicaba el 48, la rueda a seguir en Losail. Sus intenciones pasan por asentarse en el liderato, y Jorge tiene ganas «de acabar el fin de semana de la misma manera que en Jerez», aunque el ambiente es muy diferente, prácticamente nulo en las tribunas del circuito.

La entrega de 2005 no dejó ver muchos cambios. Volvió a ser el más rápido en los entrenamientos, pero Casey Stoner y su Aprilia le privaron del primer peldaño. Porque las máquinas de la factoría de Noale no saben lo que es perder en Losail. Porto y el propio Stoner sellaron el dominio de la hoy moto de Jorge, quien encara la segunda cita del calendario como líder del Campeonato y con la moral por las nubes.