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Unidad y compromiso. Son los dos factores sobre los que quiere apoyarse Gregorio Manzano para sacar a su equipo del laberinto en el que lleva metido desde principio de temporada. El técnico jienense conoce mejor que nadie la trascendencia de los puntos que habrá en juego en el partido del sábado ante el Alavés y quiere que todo el entorno, desde el capitán de su equipo hasta el último aficionado, realicen un esfuerzo extraordinaria para dejar la permanencia totalmente encarrilada. Manzano adelantó a la mañana de ayer la habitual conferencia de prensa que ofrece todos los viernes y centró su discurso en la necesidad de seguir recopilando puntos para instalarse cuanto antes en la periferia de los puestos de descenso: «El sábado tenemos una nueva cita y no será un partido más. Se trata de una final en todos los sentidos porque en juego hay tres puntos importantísimos para nosotros. Queremos vencer y eso tiene que entenderlo toda la afición. Hemos adelantado el encuentro por ellos, para que estén con nosotros y que entre todos podamos dar un gran paso hacia el objetivo final», advierte.

Para el entrenador mallorquinista, el partido contra el Alavés reúne todos los elementos necesarios para convertirse en una vía de escape a la delicada situación de los dos equipos, pero cree el triunfo tampoco permitiría cantar victoria: «Puede marcar un final de campeonato más o menos desahogado o todo lo contrario. Ganando estaríamos en la antesala de la salvación y si no es así, tendríamos que seguir buscando los puntos ante otros equipos. Como el más inmediato es el del Alavés, tenemos que unir fuerzas dentro y fuerza del campo y que ellos sepan que se van a enfrentar a un equipo que lo está haciendo muy bien y que les quiere ganar. Ellos tienen que sentir esa presión que debemos imponer desde el principio».

En una cita tan especial como la del sábado, Manzano considera básico el respaldo de la afición y eso le llevó a centrar buena parte de su discurso. El jienense asegura que el papel de la grada será clave y ayer expuso los motivos: «Hay muchos factores en los que la afición nos puede echar un cable. Una, que cuando los jugadores salten al campo haya más espectadores que cemento y no tengo la menor duda de que va a ser así. Dos, que cuando el Alavés nos ponga en aprietos, que seguro que lo hará, le dé ánimos al equipo para que se sobreponga a cualquier adversidad y tres, que cuando acabe el partido disfrute. La salvación está en casa y ante nuestra gente», comentaba. Gregorio Manzano radiografió al Deportivo Alavés y no cree que sea un equipo tan débil como se ha dicho desde algunos sectores: «Aunque cuando empezó la Liga todo el mundo lo daba como claro candidato al descenso, no es así y se debe, sobre todo, a que su segunda en vuelta le está yendo muy bien. Hasta antes de la última jornada no le habían hecho ningún gol en 470 minutos y eso da una buena muestra de lo difícil que es ganarle». Según su punto de vista, lo más peligroso y preocupante del conjunto vasco es «su buen orden defensivo, los jugadores que tiene del centro del campo hacia adelante, con gente como Nené, Bodipo o Jandro» y quiere mentalizar a los suyos de lo nociva que puede resultar la confianza: «No podemos descuidarnos porque nos lo pondrán muy complicado y tienen capacidad para hacer daño». El preparador de los baleares piensa también que el resultado global de los enfrentamientos entre ambos le dará un toque especial a la confrontación: «Ellos saben que egolaverage podría estar de nuestra parte y eso le dará una dimensión más bonita al partido», señaló.