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Javier Giraldo|MILÀN
Dos grandes del fútbol europeo, Milán y Barcelona, quizá los dos equipos más potentes de la Liga de Campeones, se enfrentan hoy en una semifinal repleta de alicientes, de reencuentros históricos y de duelos personales que merece como ninguna otra la definición de final anticipada. El equipo que enterró definitivamente al Dream Team del Barcelona en la final de Atenas (1994) vuelve a cruzarse en el camino del conjunto azulgrana, comandado ahora por un viejo conocido de San Siro, Frank Rijkaard, el holandés que marcó una época junto a sus compatriotas Ruud Gullit y Marco van Basten, pero también con su homólogo Carlo Ancelotti, actual técnico milanista. Basta un vistazo a los números para esperar un partido de aire ofensivo: Milán y Barca tienen en sus filas a los dos máximos artilleros de la competición y ambos equipos encabezan la clasificación acumulada de clubes de la UEFA a lo largo de las últimas cinco temporadas: el Milán es primero con un total de 127,97 puntos y el Barcelona segundo, con 120,39.

Milán y Barca alcanzan las semifinales como dos favoritos con múltiples puntos en común: el gusto por el fútbol de ataque y por el estilo holandés, los problemas puntuales en la defensa y un extraordinario potencial ofensivo. Y, sin embargo, ambos jugarán mermados: el Barca lo hará sin Leo Messi, seguido con un vivo interés desde Italia, ni Henrik Larsson, ambos lesionados, y sin su gran catalizador, Deco, sancionado. Ancelotti no podrá contar, debido a una inoportuna gripe, con Filippo Inzaghi, el delantero que mejor se compenetra con Shevchenko y auténtico protagonista de la eliminatoria ante el Olympique de Lyon. Su puesto, salvo sorpresa, lo ocupará Alberto Gilardino, que aún no ha marcado en esta edición de la Liga de Campeones.

En defensa, el Milán alineará por fuerza un equipo muy veterano, porque sólo Kaladze tiene menos de 30 años. El mítico Paolo Maldini (21 temporadas en el club) no será titular, por lo que Stam, Nesta, Kaladze y Serginho formarían la defensa. Pirlo, Gattuso, Kaká y Seedorf (campeón de Europa con Ajax, Real Madrid y Milán) formarán un centro del campo equilibrado pero vertical, tan talentoso (especialmente Kaká) como físico (Gattuso), y la punta de ataque será para el indiscutible Shevchenko y la novedad, Gilardino. En el Barcelona se espera la vuelta al once titular del mexicano Rafa Márquez, uno de los grandes pilares del equipo. Así, Edmilson adelantaría su posición para ocupar la medular junto a Iniesta y Van Bommel, dejando los laterales para Oleguer y Gio van Bronckhorst. Como capitán en el centro de la zaga, Carles Puyol, declarado admirador de la filosofía milanista y cuyo futuro podría pasar dentro de varios años por San Siro.