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Efe|MONTECARLO
Rafael Nadal certificó su clasificación para la segunda ronda del Másters Series de Montecarlo, donde defiende el título conseguido el año pasado, después de su victoria ante Arnaud Clement por un doble 6-4. Era el regreso a la tierra batida del número dos del mundo a la que había acudido por última vez en el mes de septiembre con motivo de la eliminatoria por la permanencia entre España e Italia. El manacorí acusó tan larga ausencia y su imagen no fue tan brillante. Nadal tuvo en la victoria la mejor noticia del día a la espera del paso de las jornadas y la mayor aclimatación a la pista que le permita exhibir su mejor tenis. La puesta a acción del número dos del mundo siguió el guión mostrado en gran parte de los partidos disputados. Dos breaks iniciales parecían encarrilar el primer parcial (3-0). Sin embargo, el tenis agresivo de Clement consiguió recortar esa desventaja (3-2) e incomodar al español.

La ventaja de Nadal ya no era decisiva. Sobre todo porque su servicio, una de las facetas en las que ha trabajado este invierno, no transmitía seguridad. El español alcanzaba en ese set inicial un acierto del 71 por ciento con su primer servicio de los que sólo se anotaba el 56 por ciento, además en las cinco ocasiones que sirvió en esa manga arrancó por debajo en el marcador. En el primer set Clement cometió 19 errores no forzados, y tan sólo aprovechó una de las cinco ocasiones de break de las que dispuso, por contra Nadal materializó todas. Más agresivo y con continuas subidas a la red se puso con ventaja de 2-0, pero la reacción inmediata del número dos del mundo evitó la reacción de Clement (2-2). Poco a poco ambos tenistas crecieron en su servicio hasta que Nadal consiguió un break clave en el noveno juego.

El empeño y los momentos de buen juego que ofreció durante el partido terminaron por resultar insuficientes para Carlos Moyà, que se estrelló ante la fortaleza del chileno Fernando González, que truncó las aspiraciones del balear en Montecarlo en un duro duelo (6-3, 3-6 y 6-1). González, que firmó 41 golpes ganadores para sentenciar al balear, aprovechó el esfuerzo que ejerció su rival en el segundo parcial, en el único momento en el que cedió su saque. Pero el chileno forzó más aún en la tercera manga hasta situarse con un 4-0 y acabar con sus esperanzas con un 6-1.