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Un problema menos para Manzano. Angelos Basinas, que hasta ayer había permanecido entre algodones por una contusión en la pierna derecha que sufrió el pasado fin de semana ante el Alavés, volvió a trabajar con normalidad junto al resto de la plantilla y si no surgen problemas de última hora estará a disposición del técnico de cara a la decisiva confrontación del domingo frente a Osasuna. El internacional griego, que había comenzado la semana ejercitándose en solitario, seguirá llevando la manija del cuadro bermellón en compañía de Pereyra y tratará de mantener su condición de talismán, ya que el Mallorca no ha perdido nunca con él sobre el terreno de juego.

La posible baja de Basinas era una de las grandes preocupaciones de Manzano, que tiene en el internacional heleno a un futbolista de referencia. El espartano se ha convertido en el motor del equipo durante el último tramo del campeonato y su salida del once hubiera supuesto un serio problema para el entrenador, que tuvo muchas dificultades para cubrir su ausencia en el único partido que se ha perdido hasta ahora el centrocampista.

De esta manera, las únicas bajas a las que tendrá que hacer frente Gregorio Manzano en el choque ante los navarros son las ya conocidas de Campano y Potenza, que continúan recuperándose de una rotura fibrilar y un esguince respectivamente. A ellas se unen también las de Braulio Nóbrega y Rafita, aunque éstos practicamente no cuentan para el máximo responsable técnico del Mallorca.