Joan Llaneras muestra la medalla de oro conseguida el pasado domingo en Burdeos. Foto: PERE BOTA

TW
0

Para Joan Llaneras Rosselló (Porreres, 17/5/1969) ganar se ha convertido en un hábito. Estar en el podio es una estampa habitual en su álbum de recuerdos, y las medallas, un motivo de decoración imprescindible en las paredes de su singular domicilio de Montagut (Girona), que abrió ayer a Ultima Hora. El ciclista mallorquín es toda una eminencia de la pista y sus seis títulos mundiales, once medallas en la citada competición y dos medallas olímpicas (oro en Sydney y plata en Atenas, ambas en puntuación), le convierten en uno de los deportistas españoles más brillantes de todos los tiempos.

Nadie en Balears puede igualar su hoja de servicios e incluso el legendario Guillem Timoner ha visto cómo su reinado sobre las dos ruedas se evaporaba cuarenta y un años después. Llaneras tiene cuerda para rato. Quiere estar en el podio de Palma 2007 y pondrá fin a su brillante singladura por los velódromos de todo el planeta en los Juegos de Pekín, su cuarta aparición olímpica.

El porrerenc paladea cada instante de sus breves vacaciones, pero ya piensa en el futuro. Tiene ganas de volver a rodar, pero es pronto. Sabe que lo conseguido en Burdeos es algo excepcional. Lamenta que su ausencia forzada del equipo nacional le haya hecho perder tiempo y medallas, pero sabe que la del pasado fin de semana no será la última.

-¿Se disfruta más este título ahora o después de haberlo conseguido?
-Evidentemente, y más en este caso, los momentos posteriores a acabar la carrera son cuando lo vives con más intensidad. Y más sabiendo que había mucha gente conocida que te está viendo en directo, y por lo que representaba. Hacía mucho tiempo que no estaba arriba del todo, siempre chutaba al poste, segundo y tercero, y no lo conseguía. Lo de Isaac le daba más morbo si cabe, pero es más en el podio cuando lo disfrutas más, te dejas llevar por la euforia, pero ahora, me doy cuenta de que ha costado mucho llegar hasta aquí y vale la pena.

-¿Es consciente de que sus trece medallas entre Mundiales y Juegos Olímpicos fijan una cota dentro del deporte español?
-Si soy sincero, no llevo la cuenta, pero andan por ahí (risas). Es el fruto del esfuerzo, pero más este año. Ahora, sólo espero que puedan ser más, porque en Palma quiero ganar una medalla, aunque voy al Mundial. Y si este resultado ayuda a que vaya más gente y a que los mallorquines sigan más nuestro deporte, me daré por satisfecho. Creo que entre todos debemos aprovechar la cita del año que viene.

-¿Pese a los éxitos conseguidos, el ciclismo en pista sigue siendo el hermano pobre?
-Evidentemente, lo es porque sólo tenemos una gran cita anual, los Mundiales. Si ni está la prensa detrás, no hay ayudas ni spónsors, pero hace años que estamos acostumbrados a vivir así y podemos seguir. Yo lo hago porque me gusta, si lo hubiera hecho por dinero, hubiera estado un par de años en pista y hubiera vuelto a la carretera. Pero me ayuda a vivir, estoy muy a gusto y encima los resultados me acompañan, ¿qué más puedo pedir?.