TW
0

La tensión ha empezado a filtrar en el vestuario del Mallorca. Los malos resultados de las últimas semanas y el intenso final de temporada que se avecina han elevado la temperatura en el interior de la caseta mallorquinista y han dado paso a una extraña rigidez capaz de provocar algunas escenas sorprendentes. La más significativa de todas fue la que se produjo ayer durante el entrenamiento, después de una entrada de Jonás Gutiérrez sobre Tuni que provocó la salida antes de tiempo desolleric.

Tras esas acción, el argentino y Fernando Navarro se enzarzaron en una agrio enfrentamiento que precisó la mediación de José Carlos Nunes. Aunque al final el conflicto no pasó a mayores, la escena supone un nuevo contratiempo para Manzano, que tendrá que canalizar los ánimos de sus jugadores para evitar que el equipo se descomponga en el momento menos indicado. Todo ocurrió durante el habituapartidillo de los jueves, en el que el técnico suele probar lo que tiene previsto llevar a la práctica durante la jornada.

Siguiendo esa rutina, Manzano dividió al grupo bermellón en dos grupos, suplentes y titulares, y dio luz verde a un encuentro que por el ritmo y la intensidad suele ser muy similar al del fin de semana. En esta ocasión, el preparador sorprendió a los jugadores y a los medios de comunicación que seguían la sesión y a la hora de repartir los petos que identifican a los que suelen jugar de inicio surgieron algunas novedades inesperadas. Y una de ellas era la supuesta suplencia de Jonás Gutiérrez, que sin duda pudo ser determinante para que se precipitaran los acontecimientos.

La jugada de la mañana nació cuando Jonás y Navarro disputaban un balón por el que también pujaba Tuni. El argentino se revolvió y pisó al futbolista mallorquín, que se llevó la peor parte de la jugada y que tuvo que ser atendido al instante por una fuerte contusión en el tobillo. Después de esa entrada, eGalgo se quedó con el cuero y Fernando Navarro le fue a recriminar su actuación con vehemencia. Una serie de empujones y algún que otro amago de patada presidieron el cara a cara y José Carlos Nunes, que seguía el juego desde la distancia, se posicionó entre ambos para sellar la paz.