La diferencia en la clasificación y su trayectoria en las tres últimas temporadas evidencian que Roger Federer es el número uno del mundo, aunque el balance de resultados directos entre el suizo y Rafael Nadal demuestran que el mallorquín le tiene tomada la medida. Cinco enfrentamientos y cuatro victorias para el balear. Una racha que puede ampliarse en las próximas semanas ya que el calendario se mueve sobre tierra batida.
Hay tanta diferencia entre Roger Federer y Rafael Nadal respecto al resto de jugadores que parece que el tenis sea cosa sólo de ellos dos. Su presencia en los cuadros anula prácticamente todas las opciones de los demás tenistas. El año pasado se repartieron los triunfos en los torneos más importantes y esta temporada todo apunta a que se repetirá la historia.
Por eso los aficionados disfrutan especialmente los enfrentamientos directos que se producen entre Federer y Nadal. La lesión en el tobillo del mallorquín ha provocado que se vieran las caras menos veces de las previstas en el comienzo del curso 2006. Sus ránkings, número uno y dos del mundo, impiden que se enfrenten antes de la final de cualquier torneo porque siempre salen como los dos primeros cabezas de serie de los cuadros. Por eso sus duelos son todavía más importantes. El balear se perdió el Open de Australia y cayó antes de la final en los Masters Series de Indian Wells (en semifinales ante James Blake) y de Miami (en primera ronda ante Carlos Moyà).
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