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Vicenç Grande sigue agarrado al optimismo y espera que la visita del Mallorca al Calderón suponga el punto de partida hacia la permanencia. El presidente del club balear asegura que ya ha superado el mazazo que supuso la derrota ante el Osasuna y que su equipo llega a la recta de meta con las posibilidades intactas, pero a su vez es consciente de lo que le espera en las próximas semanas y reconoce que la situación actual es inquietante: «No soy derrotista, pero estoy preocupado porque de lo contrario sería un irresponsable. Podemos ganar los cuatro partidos que tenemos por delante, pero también perderlos», señaló ayer en su última comparecencia pública.

El máximo accionista de la SAD balear acudió al estadio de Son Moix para presidir un acto de la Fundació y tras el mismo pasó revista al estado de su Mallorca: «No estamos en puestos de descenso y seguimos dependiendo de nosotros mismos por lo que creo que el grupo saldrá adelante. De todas formas, no podemos dejarlo todo para el final, sino sumar cuanto antes».

Grande, que pronostica un «partido difícil» en el Manzanares, reiteró que «es importantísimo que nos mantegamos en Primera división y creo que lo haremos. Debemos ofrecer una imagen positiva porque de lo contrario estaríamos muertos. Después ya tendremos tiempo de enfrentarnos a la realidad, que espero sea que nos hemos quedado otro año en Primera división».