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Fernando Castán|ESTAMBUL
Héctor Barberá (Aprilia) subió por primera vez al podio en la categoría de 250 centímetros cúbicos, lo hizo al segundo escalón en una carrera muy agresiva en la que se impuso el japonés Hiroshi Aoyama (KTM).

La carrera de 250 fue una locura con un grupo de pilotos que se rebasó una y otra vez a tope, sin cuartel, y en el que destacó el duelo entre Barberá y el sanmarinense Alex de Angelis. Ambos protagonizaron una imagen que pasará a la historia del Mundial del Motociclismo al tocarse a 250 por hora en la última recta del circuito cuando afrontaban la últimas serie de curvas con el español en cabeza.

De Angelis fue el que corrió peor suerte y salió despedido hacía la hierba que bordea el circuito recorriendo sin caerse más de 200 metros, en paralelo a sus rivales que seguían por la pista. El español tuvo más suerte y no abandonó el asfalto, se rehizo del golpe y entró segundo tras el nipón. El sanmarinense fue décimo segundo.

Esta acción fue la culminación a otros piques históricos entre los dos pilotos. El propio Barberá reconoció al finalizar la carrera que en las competiciones de éste categoría «se está entrando en un juego muy peligroso».

El piloto que estaba llamado a protagonizar la carrera del cuarto de litro, el mallorquín Jorge Lorenzo, se cayó en la primera curva después de haber sumado su tercera «pole» en otras tantas pruebas del mundial y perdió el liderato.

La caída de Lorenzo fue propiciada por una colada del japonés Shuhei Aoyama (Honda) nada más salir. Lorenzo intentó poner en marcha la Aprilia, pero la rotura de la cadena le impidió regresar a carrera. Con la eliminación del hasta ayer líder del Mundial, pues Dovizioso sube a lo más alto de la general tras su tercer puesto, la cosa estaba abierta y comenzaba la puja por reducir diferencias respecto al 48. Mientras se decidía la carrera, Lorenzo visitaba la clínica del circuito, donde después de las pertinentes pruebas médicas, se descartó cualquier fractura en el pie izquierdo, dañado tras la caída, aunque el hecho de que Lorenzo pudiera salir por su propio pie dejaba ver que, por fortuna, la caída no tenía consecuencias físicas para Jorge.

Grupo
En las primeras vueltas se formó un grupo formado por el a la postre vencedor, Barberá, De Angelis, los italianos Andrea Dovizioso (Honda), Roberto Locatelli (Aprilia), el japonés Yuki Takahasi (Honda) y el francés Sylvain Guintoli (Aprilia).

El español, los italianos y sanmarinense comandaron el grupo, en unas vueltas en las que Barberá y De Angelis trataron de saldar cuentas pendientes que mantienen desde que ambos corrían en 125 centímetros cúbicos.

Con el grupo rodando como si fuera una carrera de la menor de las categorías, con constantes cambios de posición, se llegó a las dos últimas vueltas con Dovizioso en cabeza, seguido de Aoyama, del español y del sanmarinense.

Barberá se puso primero en el último giro y, entonces, De Angelis le dio con violencia por detrás, Aoyama aprovechó para ponerse primero, y Dovizioso se colocó tercero.

El español apretó los dientes para llegar, volvió a colocar su máquina y entró detrás de Aoyama. La polémica entre Barberá y De Angelis estaba, de nuevo, servida.

Lorenzo ha perdido el liderato del campeonato en beneficio de Dovizioso y ahora es segundo con 50 puntos por 52 del italiano y 46 de Aoyama, tercero. Su hermano, el gran implicado en el incidente con Lorenzo, quiso enseguida disculparse ante el balear, acercándose hasta el motorhome del Fortuna Aprilia donde Dani Amatriaín, mánager de la estructura, agradeció el gesto, que denota la deportividad del piloto nipón de Honda.

Ahora, la siguiente gran cita llega dentro de dos semanas en Shangai, escenario dela cuarta prueba del Campeonato del Mundo del cuarto de litro y una buena oportunidad para que Jorge Lorenzo arrebate el liderato que ostenta Andrea Dovizioso.