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Tolo Jaume
El Atlètic Balears parece incapaz de salir de la espiral de problemas internos en la que lleva instalado desde hace tiempo. Después de una temporada en la que la entidad blanquiazul recuperaba la sonrisa de la mano de Damià Estelrich, las aguas vuelven a bajar revueltas en el Estadi Balear, donde ayer se reunió la junta directiva y posteriormente la Procampo para valorar los momentos difíciles que han rebrotado en la cúpula del club histórico club palmesano.

En apenas un año el Atlètic Balears podía presumir de haber recuperado su posición en Tercera tras una brillante campaña en Regional Preferente y de haber dado solución a su gran déficit de instalaciones. Además, la entidad se había puesto manos a la obra para tratar de recuperar las categorías inferiores y la convulsa situación interna puede mandar todos los esfuerzos al traste proximamente.

Uno de los principales artífices de la recuperación del Atlètic Balears, o quizás el principal, ha sido Damià Estelrich, que se encargó de reordenar el caos que padecían las interioridades del Atlètic Balears. El empresario recuperó el diálogo con las instituciones y materializó compromisos al mismo tiempo que aunó esfuerzos de dirigentes históricos e implicó a nuevos socios de junta directiva como Mathias Kuhn, que se erigió en vicepresidente y fue clave en la contratación de Jorg Reeb, que en su día defendió los colores del Bayern Leverkusen en la Liga de Campeones.