Joan Horrach celebra su victoria en la duodécima etapa del Giro de Italia.

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Felipe Recuero|SESTRI LEVANTE
Joan Horrach (Caisse D'Epargne-Illes Balears) logró la primera victoria española en el Giro al rematar una maratoniana escapada que nació en los primeros kilómetros de la jornada y que tuvo un final espectacular debido a las caídas de los italianos Sella y Mori. El de Deià, que logra así el triunfo más importante en su carrera profesional y se convierte en el segundo mallorquín en conseguir una victoria en la ronda italiana, tras Jaume Alomar en 1963, fue el más astuto en la última parte, pues una vez que Sella y Mori fueran alcanzados debido a sus caídas, demostró sangre fría y dejó que los corredores que iban con él descubrieran sus cartas. Y es que hacía 30 años, desde que Antoni Vallori lo lograra en la Vuelta de 1976, que un mallorquín no ganaba una etapa en una ronda de tres semanas.

El primero fue el veterano corredor italiano Belli, le siguió otro italiano, Baliani, más tarde el rodador holandés Engels y finalmente Horrach dio un latigazo a falta de medio kilómetro y sorprendió a sus compañeros de aventura que se dedicaron a marcarse entre sí. Los 171 kilómetros fueron recorridos por Horrach en 3 horas, 55 minutos y 53 segundos. Tras él llegaban Engels y Sella, luego varios corredores intercalados y a más de cinco minutos el pelotón de los primeros de la general que comanda el italiano Iván Basso (CSC) seguido del español Quique Gutiérrez a 2:48.