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Barcelona, Unicaja y DKV Joventut dejaron encarriladas sus eliminatorias de cuartos de final de la Liga ACB después de deshacerse en los segundos encuentros, y a domicilio, del Real Madrid, Estudiantes y Gran Canaria. El Tau vio como el Akasvayu Girona igualó su serie y obliga a los de Perasovic a un esfuerzo extra. El segundo envite de la serie de cuartos entre Barça y Real Madrid volvió a reproducir con precisión de cirujano el fondo de esta eliminatoria de consecuencias rotundas para el perdedor, que verá marcharse las semifinales, o sea, la posibilidad de disputar el título, así como el visado para disputar la Euroliga. Pero el Madrid necesita de la épica porque los azulgrana, a día de hoy, tienen más fuerza.

El Madrid, lastrado por la vía de agua que las ausencias del serbio Igor Rakocevic y del hispano-estadounidense Venson Hamilton le han abierto en el casco, empezó a echar de menos a Bullock. La escapada azulgrana tomó cuerpo por inercia. En el descanso ya había seis puntos de diferencia (33-39) y el claro contraste entre unos y otros para desenvolverse frente al aro rival. El Barcelona resolvió el choque. Veinticuatro puntos de distancia retrataron el presente de los dos estandartes del baloncesto español (56-82 m.37). El desenlace de esta serie anuncia tiempos duros para los blancos. Ya no la pueden ganar (70-88). Sólo la pueden perder los chicos del Palau.

El líder de la primera fase vislumbra las semifinales por el título y, lo que es más importante, el ritmo que ha marcado en los dos asaltos de cuartos contra el Estudiantes han ratificado que la suya es una candidatura al trono muy seria. El Unicaja ha puesto el 2-0 (73-88) a la eliminatoria con contundencia. Los colegiales han llegado a las series finales de refilón. Pedro Martínez consiguió enderezar el rumbo de una nave que hacía aguas y coger el último billete para disputar el título, pero los del Magariños ya no disponen de margen para el error en la batalla contra el conjunto andaluz.

En el último y definitivo cuarto, Aíto dio entrada a Rudy con la intención de lograr una remontada y una victoria que le dejara en bandeja la eliminatoria a la Penya. Del 62-53 favorable a los canarios, se pasó al 62-64 en poco más de minuto y medio.