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El consejo de administración del Real Mallorca aprobará el próximo jueves una reducción de su capital en un 50% para reducir las pérdidas acumuladas en las temporadas precedentes y cubrir las cuentas. Con esta medida, que provocará una reducción del valor nominal de las acciones, que hasta ahora era de 60 euros, y que pasará a ser de 30, la SAD balear equilibra el patrimonio de la sociedad y cuadra sus números de cara al próximo ejercicio 2006-07. Esta operación financiera y las bajas confirmadas de Ramón Rosselló y del ex presidente Mateu Alemany, que serán cubiertas por Miquel Lladó y Miquel Llabrés Feliu, serán las principales conclusiones de la reunión extraordinaria del Consejo de Administración del próximo jueves por la tarde en el estadio de Son Moix.

La reducción al 50% del valor nominal de las acciones no implica necesariamente que el club vaya a realizar una ampliación de capital a corto plazo, aunque sí que provocará cambios en el organigrama.

Y es que el Real Mallorca ha evolucionado mucho desde que allá por 1992 se convirtiera en Sociedad Anónima deportiva. Por aquel entonces, el capital social establecido era de 650 millones, que asumió el médico mallorquín Miquel Dalmau. Un año más tarde, en 1993, el club tuvo su primera reducción de capital. La temporada 96/97, con Antonio Asensio Pizarro al frente del accionariado, será recordada por las enormes pérdidas registradas y que ascendían a más de 700 millones de pesetas, que obligaron a la entidad del Lluís Sitjar a realizar una reducción de capital y una posterior ampliación.

Pero la última ampliación de capital que se recuerda en el Mallorca, cifrada en 393.262 millones de pesetas, data del 22 de diciembre de 2001, todavía con el Grupo Zeta como máximo accionista. Después se produjo el desembarco de los empresarios mallorquines.