El mallorquín Carlos Moyà , en una foto tomada ante una imagen de Nadal en la tienda Nike situada cerca de los Campos Elíseos. Foto: A. PONS
Paseando por los Campos Elíseos Carlos Moyà sigue siendo un deportista reconocido. Su rostro continúa resultando familiar para el gran público, pero los organizadores de Roland Garros llevaban tres años ninguneando al campeón de 1998. Hoy, el tenista mallorquín regresa a la pista Philippe Chatrier, el templo del tenis sobre tierra batida, escenario donde sumó el título más importante de su carrera. Se han cumplido ocho años desde que Carlos Moyà hiciera historia. El tenista balear iniciaba su camino hacia el número uno del mundo (lo alcanzó en marzo de 1999) levantando la Copa de los Mosqueteros en 1998. Coronarse en la pista Philippe Chatrier le valió el calificativo de mejor jugador sobre tierra batida. Un año después, estuvo cerca de revalidar su título, pero un Andre Agassi que perseguía completar su Grand Slam particular le detuvo en semifinales.
Este año, Carlos Moyà disputó su partido de primera ronda ante Juan Antonio Marín en la pista 1, aunque la organización ha vuelto a pensar en él para abrir la jornada en la pista central. El mallorquín, Maria Sharapova, David Nalbandián (y Richard Gasquet) y Venus Williams, serán los protagonistas en la Philippe Chatrier. Carlos Moyà vuelve a ser respetado en Roland Garros, algo que puede ser un presagio. El jugador mallorquín no es de los que hablan gratuitamente y lleva unas semanas advirtiendo que su nivel no tiene nada que envidiarle a nadie. Ha explicado que la mayoría de sus malos resultados este año se deben al hecho de haber perdido su condición de cabeza de serie y tener que enfrentarse con los mejores jugadores en las primeras rondas. Lo cierto es que pese al descalabro del Conde de Godó, Rafael Nadal y James Blake han sido los que han frenado a Moyà en las citas importantes de la temporada sobre tierra batida.
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