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Fernando Fernández
En vísperas del Gran Premio de Italia, una prueba clave para Jorge Lorenzo en la búsqueda de su mejor pilotaje, su padre ha estallado. Chicho Lorenzo ha cargado duramente contra el mánager de su hijo y director del Fortuna Aprilia, Dani Amatriaín, a quien acusa de «lavarle el cerebro». El fundamento del enfado que arrastra el progenitor de Jorge es el inexplicable despido del psicólogo deportivo Joaquín Dosil, recomendado por el propio Chicho, y bajo cuya tutela sus resultados mejoraron de manera ostensible.

El final de la pasada campaña y las dos primeras pruebas del presente Mundial (Jerez y Qatar) parecieron variar el destino de Jorge, que tras la cita de Losail contaba por victorias sus apariciones en pista. Entonces, el equipo optó por prescindir de Dosil, quien empezó a trabajar con Joan Olivé, mejorando también sus números. Chicho defiende la tesis de que «con Joaquín la cosa cambiaría, seguro», después de que Lorenzo haya totalizado dos caídas y un cuarto puesto tras la marcha del psicólogo gallego.

De la misma manera, criticó a Amatriaín por la gestión que del capital de Jorge viene realizando. «Le están desplumando, y lo peor de todo es que ya debe tener un sustituto por si Jorge no va bien. A Dani sólo le importa el dinero y a mí me preocupa la seguridad de mi hijo, al que no veo bien y cada vez más lejos de ser campeón del mundo. Ahora quiere demostrar que puede ganar sin Joaquín y se puede poner nervioso. Y lo peor es el entorno, manejado por Dani, y que le convence de que yo soy el más malo», dijo.