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Amador Pons|PARÍS
No está el entorno de Rafael Nadal dispuesto a dejar que se acuse al tenista mallorquín falsamente y que el calumniador quede impune. Juan Carlos Ferrero, el jugador que junto a Alex Corretja sale peor parado por un artículo del periódico francés «Le Journal du Dimanche» sobre un supuesto dopaje, va a dar el primer paso de lo que puede desembocar en una querella en cadena. El entrenador del valenciano anunció ayer que enviará una carta al diario galo con copia para los medios españoles exigiendo una rectificación antes de ir a los tribunales.

Además se preguntaban como podía ser que Nadal tuviera un brazo tan rápido y musculado al mismo tiempo. A Rafael y a su entorno la noticia no le hizo ni las más mínima gracia. El año pasado tuvo que pasar un total de 17 controles de sangre y de orina, entre los que se incluyen una visita por sorpresa a su domicilio cuando tenía una semana de vacaciones después de ganar Montecarlo y Barcelona, y otra a las dos de la madrugada en su hotel mientras dormía tras la primera jornada de la eliminatoria de Copa Davis entre Italia y España.

Los más allegados al deportista de Manacor están dispuestos a dar el mismo paso, aunque prefieren esperar a que finalice Roland Garros para quitar presión a Nadal. «Le Journal Du Dimanche» incluía el domingo un artículo en el que explicaba que el entorno de los jugadores franceses pensaba que los tenistas españoles tomaban EPO, y que eso explicaría las enfermedades y las bajadas de tensión de Ferrero y Corretja.