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Amador Pons|PARIS
Era extraño ver a Beto Martín y Rubén Ramírez en los octavos de final de Roland Garros. Dos de los jugadores de la clase modesta del tenis español se habían colado en una ronda que a priori le pertenecían a tenistas como Ferrer o Ferrero. Pero ayer terminó su sueño. El del catalán de manera trágica porque tuvo que abandonar en el primer set por lesión ante Benneteau. El del valenciano en una dura lucha de cuatro sets con Ljubicic. El otro cuartofinalista de la parte baja del cuadro será Novak Djokovic, que ayer se deshizo de Gael Monfils y será el rival de Rafael Nadal. Recuperado el calendario habitual en Roland Garros después de comenzar una jornada antes de lo normal, en el segundo lunes de competición sólo se jugaron los partidos de cuartos de final de la zona baja del cuadro. El encuentro que abría la pista central era el duelo entre Beto Martín y Julien Benneteau. Era la gran oportunidad del catalán para colarse en la antepenúltima ronda de un Grand Slam. El verdugo de Andy Roddick en la primera ronda afrontaba un duelo accesible, especialmente porque el francés llegaba al choque tocado de un muslo.

Pero la espalda le jugó una mala pasada a Beto Martín en el peor momento. Benneteau se había colocado con break arriba (3-1) y en el primer saque del catalán del quinto juego, al pisar tras el salto sintió un pinchazo en la espalda. Paró el partido y el fisio trató de recuperarlo, pero Beto tuvo que regalar ese juego porque no podía sacar (4-1). En el cambio volvió a ser atendido, pero en el sexto juego apenas se pudo mover (5-1). Era uno de los partidos más importantes de su vida y trató de aguantar hasta que vio en su primer saque del séptimo juego que no podía más. Abandonó y el francés se coló en los cuartos de final.

Su rival será Ivan Ljubicic, que terminó con el sueño de Rubén Ramírez. Con un tenis demasiado pobre como para aspirar a hacer algo importante en este torneo, el valenciano luchó todo lo que pudo con el croata, pero entregó el partido en cuatro sets (6-3, 3-6, 6-3 y 6-3). La aventura del verdugo de David Ferrer finalizaba ante un rival muy superior, pero que no es especialista sobre tierra batida. El croata se perfila como el favorito en su duelo ante Benneteau, aunque ninguno de los dos son rivales peligrosos para Rafael Nadal.