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Amador Pons|PARÍS
Dice Mats Wilander que sólo hay una manera de ganar a Rafael Nadal: atacarle todo el partido; subir a la red en cada pelota. El mítico jugador sueco, un declarado admirador del mallorquín, lo tiene claro en su pronóstico. Considera que Novak Djokovic, su rival de hoy en cuartos de final (primer turno, 12.00 horas) no tiene opciones y que no Benneteau ni Ljubicic serán tampoco capaces de vencerle. Wilander ve al balear en la final de Roland Garros defendiendo el título del año pasado, aunque lo cierto es que hoy va a tener un partido complicado. El serbio es uno de los jugadores con mayor proyección del circuito y ha mostrado un excelente nivel en su camino hasta esta ronda. Llega más fresco (Djokovoc 430 minutos y Nadal 736 minutos), pero se mide con el "extraterrestre". Rafael Nadal lleva muchos kilómetros en sus piernas. Robin Soderling y Kevin Kim no exigieron demasiada guerra, pero sus enfrentamientos con Paul-Henri Mathieu y con Lleyton Hewitt han supuesto un consumo energético muy superior al previsto. Especialmente el duelo con el francés, que reforzado por el apoyo del público firmó uno de los mejores encuentros de su carrera y exigió la mejor versión del mallorquín.

Cansado, pero con la moral por las nubes y con una confianza en sus tiros descomunal llega Rafael Nadal a esta ronda de cuartos de final. Su enfrentamiento del lunes con Lleyton Hewitt sirvió para que el de Manacor destapara el tarro de las esencias y mostrara su verdadero talento. Su primer set fue sencillamente perfecto. Un buen servicio, un revés muy profundo y una derecha impresionante. Las horas acumuladas y el talento del australiano le hicieron sufrir más de lo previsto, aunque el mallorquín volvió a demostrar que en las situaciones difíciles en cuando ofrece su mejor repertorio y que nunca se le puede dar por perdido. Con Novak Djokovic se espera un partido distinto a los que ha jugado Rafael Nadal hasta el momento. El tenista serbio cuenta con mejor servicio que ninguno de los jugadores a los que se ha enfrentado el mallorquín en esta edición de Roland Garros y frente a Nadal va a forzar un poco más de lo habitual porque sabe que el isleño resta bien y que sus oportunidades van a pasar por no ceder su servicio.

Djokovic es un año más joven que Nadal y el balear apuntó que le ve en condiciones de acceder al top ten durante lo que queda de año. Ya no simplemente por el saque que tiene, sino porque además cuenta con dos golpes de fondo muy poderosos y con una capacidad de subir a volear muy grande. El serbio es un jugador al que priori le beneficia que la pista sea rápida, aunque está firmando una de sus actuaciones más destacadas en este Roland Garros. Ha demostrado una capacidad sorprendente para aguantar el peloteo desde el fondo de la pista y ha dejado en la cuneta a rivales muy importantes. Porque para ganar a Fernando González en una pista de tierra batida, especialmente en una cita de la importancia de Roland Garros, hay que jugar a un nivel muy alto. En su partido más compli cado hasta el momento, el serbio se impuso en cinco sets y aprovechó uno de los caminos más difíciles del cuadro para colarse en la antepenúltima ronda del torneo.