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Calles, tiendas de souvenirs, restaurantes y playas desiertas en toda la zona Platja de Palma y S'Arenal durante el partido inaugural del decimoctavo mundial de fútbol, en que se efrentaron la selección anfitriona Alemania con la de Costa Rica. Empresarios hoteleros y de la oferta complementaria activaron sus protocolos de seguimiento de grandes eventos deportivos en la principal zona turística de Balears, en la que el 75% de los turistas que ocupan sus 40.000 camas hoteleras proceden de Alemania. Una tarde de fútbol y de cerveza en la que los turistas germanos, que no quisieron perderse la victoria de su selección, estuvieron repartidos entre los hoteles y los bares mejor preparados para el seguimiento del partido.

Sistemas de multipantalla en zonas como en «biergartten» (calle de la cerveza) y grandes pantallas de plasma como reclamo para captar al mayor número de turistas, unas infraestructuras a las que los empresarios están acostumbrados a sacar partido durante el seguimiento de eventos como los gran premios de Fórmula 1, debido al tirón de Michael Schumacher, o de los partidos de la liga alemana de fútbol.

«Se trata de unas infraestructuras que ya tenemos», informó el presidente de la Asociación de Hoteleros de Platja de Palma, Francisco Marín, quien añadió: «todos los bares están preparados con pantallas de plasma». No se produjeron incidentes durante la celebración del encuentro, noventa minutos de fútbol en los que las tiendas, pequeños bares y restaurantes no preparados de primera y por su puesto de segunda línea de Platja de Palma ofrecían un estampa casi de temporada baja, una poca afluencia de público que también se repitió en la playa, ocupada en la porción ubicada ante el Mega Park, punto de encuentro de los alemanes.

Los bares del «Biergartten» fueron quizás de los más animados en afluencia de público y consumo de cerveza. Las calles de Platja de Palma volverán seguro a quedar seguro desiertas el próximo día 14 de junio, cuando los turistas vuelvan a ver, en su gran mayoría, el segundo partido de la selección alemana, ante Polonia.

Con más calma, pero no por ello con menor intensidad se lo tomaron los ecuatorianos que residen en Mallorca. Esta comunidad, bastante numerosa en la isla, se concentró también de manera masiva ante la pequeña pantalla, bien en domicilios particulares o en cafeterías, con la sana intención de presenciar la puesta de largo de su selección y el triunfo que consiguieron ante Polonia. La incertidumbre fue una constante durante buena parte del choque, aunque el segundo tanto ecuatoriano acabó por hacer estallar la euforia entre los aficionados sudamericanos, que también, y desde la distancia, quisieron compartir las emociones de un Mundial en el que su selección tiene mucho que decir despuésd de haber sumado sus tres primeros puntos. Ecuador cuenta con un elevado número de residentes en la isla, que se concentran en Palma, donde por espacio de casi dos horas, se sintieron sus gritos de alegría por un triunfo que alegró el día a los seguidores de aquella nación, que pasearon la bandera tricolor con orgullo tras cosechar la victoria por la que sufrieron algunos y que hizo más plácida la cena a otros. El sueño ecuatoriano ha echado a andar y su gente quiere que se prolongue.