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Oscar González|BERLIN
Michael Owen regresó ayer a Inglaterra tras quedarse fuera del Mundial de Alemania debido a la lesión en la rodilla derecha sufrida en el partido contra Suecia (2-2), informó ayer la federación de fútbol inglesa. El jugador se sometió ayer a un escáner en el hospital Max Grundig de Buhlertal (Alemania), que determinó la gravedad del problema y que supone el fin de la participación del jugador del Newcastle United en el torneo. «Después de la lesión de anoche en el partido contra Suecia, Michael Owen se sometió ayer a un escáner en la rodilla derecha, que ha confirmado que la lesión le impedirá jugar lo que resta del Mundial y regresará a Inglaterra de forma inmediata», apunta la FA en un comunicado. Según el canal británico Sky Sports, el delantero podría estar de baja durante unos cinco meses por una lesión de ligamentos cruzados.

El propio Owen admitió que la lesión suponía «un enorme contratiempo» para él y que ahora su objetivo sería recuperarse «lo antes posible para el Newcastle». El seleccionador de Inglaterra, el sueco Sven Goran Eriksson, se mostró consternado al conocer la gravedad de la lesión de Owen: «me da una pena tremenda por él, y para nosotros es un golpe muy duro», afirmó el técnico. Owen también se perdió la segunda mitad de la temporada pasada con otro problema en el metatarso y fue en los últimos meses una de las grandes dudas del seleccionador de Inglaterra, Sven Goran Eriksson, junto con Wayne Rooney, de cara a su participación en el Mundial.

Además de Owen, los internacionales Rio Ferdinand y Gary Neville se encuentran también en el hospital para someterse a sendos escáner, a causa de un problema de abductores y de pantorrilla, respectivamente. La lesión de Michael Owen, inactivo durante cinco meses, y la baja forma y el enfado de Wayne Rooney, enfrentado a Sven Goran Eriksson por ser sustituido ante Suecia, ha dejado a la selección inglesa en manos Theo Walcott, un chico de 17 años, un novato que no ha jugado más que un partido con los «pross» y aún no ha debutado en la Premiership. La inclusión de Walcott en la lista mundialista fue la gran sorpresa de Sven Goran Eriksson, el principal motivo de polémica, porque, al llevar a Alemania al juvenil más caro de la historia, el técnico sueco dejó fuera a Jermaine Defoe, habitual en sus convocatorias, y a Darren Bent, el máximo goleador de la temporada.