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Luis Villarejo|KAMEN
Raúl González y Cesc Fábregas son las dos novedades que introducirá Luis Aragonés en el once inicial de España que se enfrentará mañana a Francia en los octavos de final del Mundial de Alemania. Luis no quiso perder el tiempo. Y en el primer entrenamiento serio, tras el día de descanso, fue al grano y enseñó su equipo. Lo hizo en un ensayo sin público. Para ganar concentración. Y es que Luis es un tipo metódico, al que le gusta parar el entrenamiento, corregir, perfeccionar movimientos tácticos e incidir en cuestiones que le han dado resultado hasta la fecha. Como por ejemplo las acciones a balón parado. Es una obsesión para Luis los saques de esquina. Con Xavi en el córner, España maneja multitud de variantes, buscando alternativas diferentes. Entran por allí Raúl, Torres, Villa, y pletórico Sergio Ramos, que disfruta en el juego aéreo.

Luis quiere tumbar a Francia abusando de su calidad técnica. Con el toque como argumento, Aragonés blinda su centro del campo no con fuelle y fuerza, justo lo que tiene Francia con Vieira y Makelele, sino con sus armas, con Xabi Alonso en la organización, en la salida del balón, y con Cesc y Xavi al lado creando juego. Cesc Fábregas es la gran novedad. Raúl ya está consagrado y era lógico que cuando llegara un partido de relevancia tuviera su sitio asegurado. Cesc se lo ha ganado. En los entrenamientos, con su campaña exitosa en el Arsenal, pero sobre todo por su notable nivel exhibido en todos los partidos que ha jugado en los últimos dos meses, comenzando desde que debutó ante Costa de Marfil en Valladolid.

Cesc además es un futbolista que va al choque. No se arruga. Tiene un perfil agresivo que le ha inculcado Arséne Wenger y por ejemplo ante Arabia Saudí, como luego comentó a Efe, no se sintió a gusto en el campo puesto que no pudo ser auténtico, ni «meter la pierna» pues estaba amenazado de suspensión por tener una amarilla. A Cesc no le va temblar el pulso. En la otra trinchera se las va a ver con Patrick Vieira. El destino les une de nuevo. Siempre se portó bien Vieira con Cesc desde que entró en el vestuario de Highbury. Pero Cesc ha crecido, ha madurado y ya le demostró este año en la Liga de Campeones ante la Juventus, que le puede pasar por encima. Vieira aún recuerda el repaso que le dio Cesc con el Arsenal este año, ante la mirada atónita de Fabio Capello, que aquel día le apuntó su nombre en su agenda.