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Luis Miguel Pascual|HAMELIN
Francia comenzó a preparar el partido con España, olvidadas ya las angustias con las que logró el pase a los octavos de final y rescatado el objetivo de llegar a la final del 9 de julio. Los galos quieren recuperar la sonrisa antes del enfrentamiento contra España y por eso se ejercitaron ayer a puerta abierta y con público, un baño de masas destinado a elevar la moral de los jugadores. Un millar de personas, muchos de ellos franceses residentes en Alemania o gente que se ha trasladado para seguir el Mundial, animaron el entrenamiento, el segundo con público que hacen los galos desde que llegaron al Mundial. Al final de la sesión, en la que el seleccionador, Raymond Domenech, se cuidó mucho de mostrar sus cartas tácticas, los jugadores pasaron un buen rato firmando autógrafos a los aficionados, una forma de responder a las críticas de frialdad con el público. Recargada la moral, la selección francesa volvió a encerrarse en su castillo, lejos de la luz y los taquígrafos, donde comenzarán a pergeñar el equipo que saltará mañana al césped de Hannover contra España.

Si los franceses han dejado entrever que los de Luis Aragonés son favoritos, advierten que no entregarán el partido antes de jugarlo y que cuentan con jugadores capaces de marcar la diferencia, a la cabeza de los cuales está Zinedine Zidane, ansioso por terminar su carrera con una alegría. «Zizou será decisivo. Está preparado, es un competidor al que le interesan los partidos de alto nivel. Ellos son más jóvenes, pero nosotros tenemos más experiencia y unos cuantos jugadores capaces de marcar la diferencia. Ellos tienen jugadores más técnicos pero no tienen a Zidane», aseguró Eric Abidal, que volverá a defender la banda izquierda tras haber cumplido un partido de sanción.

Los franceses ven el encuentro como la oposición de una escuadra joven y un equipo experimentado, pero consideran que tienen sus bazas para vencer. «La verdad del partido se verá en el campo. Nuestro objetivo es llegar a la final. No será un partido fácil. Puede que tengan confianza y nos vean perdidos. Han hecho una primera parte mejor que la nuestra, pero lo más duro para ellos está por venir», avisó el antillano. Otros, como Vikash Dhorasoo, ni siquiera hablaron de España y se preocuparon sólo por su equipo. Por el momento el seleccionador no ha decidido si jugará con el esquema de los primeros partidos, con Thierry Henry solo en punta, o si repetirá el sistema de dos delanteros con el que derrotó a Togo (0-2) en la que fue la primera victoria francesa en un Mundial desde la añorada final de 1998.