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Puede que no parta como favorito, pero eso no significa que Rafael Nadal vaya a regalar ningún partido en Wimbledon. Ayer, el tenista mallorquín mostró su ambición y avanzó hasta la segunda ronda tras doblegar a Alex Bogdanovic por 6-4, 7-6 (3) y 6-4 después de dos horas y media. El jugador balear, que sólo cedió un servicio durante todo su duelo con este serbio con pasaporte inglés, se medirá mañana con el estadounidense Robert Kendrick, que accedió al cuadro final tras superar la fase previa y que ayer se deshizo de Yen-Hsun Lu. Rafael Nadal se ha pasado la última semana entrenándose para ser más agresivo, mucho más que cuando ganó Roland Garros. Bastó echar un vistazo a los primeros juegos para adivinar sus intenciones. Se metía mucho en el resto, hasta la línea de fondo, y no paraba de buscar la iniciativa en el punto y los tiros ganadores. Alex Bogdanovic presentaba como mérito especial el hecho de desenvolverse en la pista de hierba mucho mejor y tiró de su mayor experiencia en esta superficie para salir de situaciones complicadas con sus primeros saques (2-2).

A Nadal no le bastaba su dominio para cobrarse ninguna pelota de break, pero sin embargo, ganaba cada vez sus saques con mayor autoridad; sin necesidad de dar ningún otro golpe en los cuatro puntos del juego (3-3) o en blanco (4-4). Por muchos cambios que intente hacer en su tenis, a Rafael Nadal hay cosas que se le instalaron de serie, como la lucha. Acostumbrado a no regalar ningún punto, se puso a pelear en noveno juego del primer set cuando Bogdanovic dominaba por 40-0. Ganó uno de esos puntos que sólo gana él y se colocó con ventajas al resto. Al mallorquín no le importó que el inglés salvara esa pelota de break con un punto de saque a 123 millas por hora (alrededor de 204 kilómetros por hora), ni que salvara las siguientes tres oportunidades, porque en la quinta vió el intento de su oponente de subir a la red y lanzó un passing cruzado de revés que le permitió consumar la rotura (5-4 y saque). Nadal salió concentrado del cambio de pista y se adjudicó el primer set por 6-4.

Rafael Nadal era muy superior a su oponente, pero Bogdanovic sabía moverse mejor sobre la hierba. A medida que avanzaba el encuentro se acentuaba más esta situación. Para cuando comenzaron los problemas, el mallorquín ya se había cobrado una importante ventaja. En el tercer juego, con empate a uno, el balear se colocó 15-40 y aprovechó para forzar un intercambio de derechas (los dos son zurdos y ambos buscaban el tiro cruzado). En el peloteo, Nadal es superior en cualquier superficie y se anotó el juego (2-1 y saque).