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El Mallorca aspira a seguir creciendo a lo largo de los próximos años para consolidarse entre la aristocracia del fútbol español y olvidarse de una vez por todas de las estrecheces con las que ha tenido que convivir en los últimos tiempos. La SAD isleña va a multiplicar sus esfuerzos para llevar a la práctica los ambiciosos planes de expansión que se ha trazado y uno de los aspectos que más preocupan al consejo de administración rojillo tiene que ver con el respaldo popular.

Así, ver en Palma al Real Madrid y al Barcelona desde uno de los fondos del estadio costará 250 euros (125 por partido), es decir, lo mismo que el carnet para seguir en directo los 19 encuentros de Liga más los de Copa del Rey y todos los de los equipos filiales. Con esta innovadora y arriesgada iniciativa el Mallorca quiere conseguir que sus gradas gocen de la temperatura adecuada durante toda la temporada y no unicamente en las citas marcadas en rojo en el calendario.

El club bermellón quiere incrementar su masa social y su primer objetivo en ese sentido es superar el número de socios de los últimos años (en torno a 17.000) durante la nueva campaña de abonados, que echará a andar justo dentro de dos semanas. En esta ocasión el Mallorca tiene previsto aplicar una serie de medidas encaminadas a potenciar el compromiso de los aficionados durante toda la campaña y una de las más significativas será la de imponer precios elevados ante la visita de los grandes para proteger al socio y evitar que la magia de Son Moix se limite unicamente a un par de citas al año.