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Cristino Àlvarez|MADRID
Por primera vez desde el Mundial de España, en 1982, los cuatro semifinalistas de la Copa del Mundo son europeos. Tres repiten -Alemania, Italia y Francia- y Portugal sustituye a Polonia. Dado el poder adquisitivo de los clubes europeos, se ha convenido que «la liga más fuerte del mundo» es, naturalmente, una del Viejo Continente. Pero ¿cuál? Se supone que la que cuenta con los mejores futbolistas. Se supone, también, que los mejores futbolistas están en las mejores selecciones nacionales... aunque jueguen en ligas para ellos extranjeras.

Parece lógico afirmar que las mejores selecciones nacionales son las que llegan a las semifinales de una Copa del Mundo, así que cabe deducir que, balones de oro y demás mandangas publicitarias aparte, en esas semifinales están, al menos, algunos de los mejores futbolistas del planeta. Entonces, «la liga más fuerte del mundo» sería aquella en la que jueguen más de esos futbolistas. Bien: en Italia juegan 27 semifinalistas de esta Copa del Mundo. Lo hacen los 23 integrantes de la «azzurra», más el portugués Figo y los franceses Thuram, Vieira y Trezeguet.

Por cierto, estos tres, junto con Buffon, Cannavaro, Zambrotta, Camoranesi y Del Piero, están en la Juve; a lo peor la «Vecchia Signora» es, el año que viene, el equipo de segunda división más fuerte del mundo, si se confirma su descenso. El Milan cuenta con cinco semifinalistas: Nesta, Gattuso, Pirlo, Gilardino e Inzaghi. Juegan en la Bundesliga 23 futbolistas de los que disputarán las semifinales: 21 de la propia selección alemana más el portugués Meira y el francés Sagnol.