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Carlos de Torres|GAP
Pierrick Fedrigo ganó a pie de los Alpes la decimocuarta etapa del Tour de Francia disputada entre Montelimar y Gap, de 180,5 kilómetros, la jornada previa al segundo día de descanso que mantuvo al español Oscar Pereiro con el maillot amarillo. Fedrigo, campeón de Francia 2005, cazador de etapas en pruebas de menor rango, cobró la escapada buena del día y la victoria de su vida, ya que en la puerta de los Alpes y con 27 años abrió su cuenta en el Tour. Para ello hubo de ganar la partida al esprint al italiano Salvatore Commesso (Lampre), ambos con el pelotón a escasos metros tras una larga persecución que no terminó de arruinar las ilusiones de los aventureros. El corredor del Bouygues pegó el tirón definitivo a 50 metros de la línea, tras un amago del italiano, y entró vencedor con un tiempos de 4h.14.23. A tres segundos pasó el estadounidense Christian Vandevelde (CSC) y el grupo principal con Pereiro y el resto de los favoritos a 7.

Misión cumplida para el líder español y su equipo, el Illes Balears, que pasaron una hoja del calendario que les conduce al descanso, la víspera del Alpe D'Huez. El sueño puede acabarse a partir del martes, pero los días de gloria quedarán indelebles en la memoria del corredor gallego. Pereiro mantuvo en la general a 1.10 al estadounidense Floyd Landis (Phonak), segundo, a 1.37 al francés Dessel (Ag2r), tercero y a 2.30 al ruso Denis Menchov (Rabobank), en la cuarta plaza. Carlos Sastre sigue sexto a 3.21. Siguieron las rebajas de julio en la etapa que puso al Tour cara a los Alpes y al pelotón al borde del descanso del lunes. No hubo diferencia de escándalo como en la víspera, pero si la suficiente para que todos acabaran contentos. El grupo no permitió los primeros intentos, sobre todo en el que intentó esconderse el americano Hincapie, pero se relajó con el que fraguaron 6 corredores en el kilómetro 40.

Tres corredores que ya han ganado etapas en el Tour, el italiano Commesso, el belga Verbrugghe y el alemán Kessler, junto al español David Cañada (Saunier), otro belga, Aerts y el francés Fedrigo desafiaron al fuego vertical que irradiaba el sol de la Provenza, entre innumerables curvas, con las montañas alpinas intuyéndose en lontananza. El quinteto sorteó el Col de Perty (2a), la principal dificultad del día con 5.40 de ventaja respecto a un pelotón donde se aplicaba en animar el ritmo el Quick Step de Tom Boonen, como si no descartaran una llegada masiva para su campeón mundial. El trabajo de la escuadra belga redujo el retraso a 4.15 a 42 kilómetros de meta y relajó al líder Pereiro y a todo el Illes Balears, que pudo darse un respiro. Unzue hablaba de «conservar el amarillo al menos 2 días».