La conversación con el propietario de la vivienda. | Twitter - Nuria Mesquida

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Nuria Mesquida, una joven mallorquina, se encontraba buscando piso por Internet cuando se topó con una oferta en el que la condición era que «no estar empadronada en Mallorca». La estudiante ha publicado indignada la respuesta del propietario en sus redes sociales: «Buscando alquilar piso en Mallorca y que te digan que no porque eres mallorquina es simplemente lo más surrealista que me ha pasado en mi vida». Aún, no entiende por qué esto es un condicionante negativo para poder acceder al arrendamiento de este inmueble en la Isla.

En la conversación, el propietario reitera «Nuria, una de las condiciones es que no se esté empadronada en Mallorca. Es importante esta condición». Ante la falta de entendimiento por esta cuestión, la estudiante pregunta el por qué. A lo que le responde: «Lo siento, a veces las cosas no salen como queremos». La respuesta a Mesquida la ha dejado inmóvil ante una situación que es habitual en el mercado inmobiliario de Mallorca. Los propietarios pueden establecer las condiciones que deseen a los inquilinos.

Las características del alquiler de los pisos y las habitaciones son diversas en plataformas como Idealista. En este portal inmobiliario, en Palma, el más barato es un estudio de 35 metros cuadrados por 700 euros al mes y el más caro un chalet de 1.200 metros cuadrados en Son Vida, cuya mensualidad son 60.000 euros. Entre los más de 800 anuncios publicados, es habitual encontrar aquellos que no aceptan mascotas u otros que solo admiten estancias limitadas de tiempo. Pero el empadronamiento, no se menciona hasta que se contacta con el anunciante por privado.