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Tolo Jaume
El Real Mallorca pasará un total de dos semanas en su ya habitual concentración de tierras austríacas y el responsable de que la plantilla mallorquinista no eche de menos las facilidades de la Ciudad Deportiva Antonio Asensio es Luis Martín, que coordina el desplazamiento de una tonelada de material para el grupo de Gregorio Manzano para cerca de veinte entrenamientos y cuatro partidos. A partir de mañana el hotel Sonneck de Kössen será el centro de operaciones del Real Mallorca en su puesta a punto para el curso 2006-07. Las sesiones dobles y triples centrarán la preparación física del conjunto bermellón que viajará al aeropuerto de Munich con un total de veinte cajas repletas de material. Una tonelada de elementos para cubrir las necesidades de veintisiete integrantes de la expedición rojilla.

Sin duda, el peor día de trabajo para Luis es el primero, ya que el equipo llegará al hotel y se desplazará a los campos de entrenamiento, lo que obligará al jefe de material a dejarlo todo a punto en muy poco espacio de tiempo. No obstante, en peores condiciones ya se ha encontrado Luis Martín a lo largo de su dilatada trayectoria, puesto que anteriormente realizaba las concentraciones como único utillero y actualmente cuenta con la colaboración de José León para organizar la logística. Uno de los grades alivios para el jefe de material del Real Mallorca es que en esta ocasión no tendrá que hacerse cargo de los elementos necesarios para preparar un entrenamiento, lo que reduce de forma notable la carga del desplazamiento. Los conos, las picas, los petos y las vallas que suelen formar parte del decorado de una sesión de pretemporada ya se encuentran en las instalaciones que utilizarán los hombres de Gregorio Manzano.

Cinco prendas de cada una de las partes que componen la vestimenta propia del entrenamiento, seis equipaciones para disputar los cuatro amistosos previstos y cuarenta balones para afinar la puntería y recuperar el tacto con el cuero integran el grueso de bultos que ha previsto Luis Martín. 135 camisetas de manga corta, otros tantos pantalones, calcetines y calzoncillos se unen a los pares de botas y espinilleras de los jugadores y cuerpo técnico, que también dispondrá de chubasqueros para paliar las habituales tormentas que suelen hacer acto de presencia en las concentraciones mallorquinistas en tierras austríacas. Después de más de quince años enrolado en las filas del Real Mallorca, Luis Martín se ha acostumbrado a preparar este tipo de desplazamientos y asegura que dejarlo todo listo para embarcar no le supone más de un día de trabajo. Eso sí, no le gusta dejar lugar a la improvisación y se encarga de tener un excedente de material por si la lavandería del hotel sufre algún contratiempo.