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Efe|AIGLE (SUIZA)
La UCI ha comunicado que el análisis de la prueba 'B' de orina del corredor norteamericano Floyd Landis ha confirmado el positivo anunciado por el laboratorio antidopaje de Chatenay-Malabry, en París, el pasado 26 de julio. Las consecuencias de este resultado son conocidas: dos años de sanción, pérdida del Tour de Francia y, virtualmente, el título de la máxima ronda francesa para el español Óscar Pereiro. Sin embargo para llegar a este final habrá que esperar varios meses, si no un año, hasta que los múltiples vericuetos legales permitan adoptar una solución definitiva.

Así lo anunció el abogado español José María Buxeda, presente el pasado jueves en la apertura de la prueba 'B' en el laboratorio francés, cuando predijo «un proceso de muchos meses». Landis defendió que su cuerpo era el que «fabricaba de forma natural» la testosterona que aparecía en su muestra de orina, aspecto que ya ha quedado descartado tras el resultado ofrecido por el laboratorio de Chatenay-Malabry, tras analizar la prueba 'B' en su última misión antes de que los técnicos echen el cierre y se marchen de vacaciones.

Ahora el 'caso Landis' lejos de haberse cerrado es cuando realmente comienza, aunque el final sea predecible. El primer paso de este proceso es que el resultado de la prueba 'B' llegue a todos los organismos implicados, a la Agencia Mundial Antidopaje, al Comité francés de Prevención y Lucha contra el Dopaje y a la Agencia Antidopaje Estadounidense (USADA).