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Europa Press|NUEVA YORK
El tenista español Rafael Nadal alcanzó los cuartos de final del Abierto de los Estados Unidos, cuarto y último «grande» de la temporada, tras imponerse al checo Jiri Novak en tres mangas por 6-1, 7-6 (3) y 6-4. Ahora, el número dos del mundo buscará meterse en las semifinales para lo que deberá derrotar al ruso Mikhail Youzhny, verdugo de un desconocido Tommy Robredo y que frustró la posibilidad de un semifinalista seguro de la «Armada». El manacorí estuvo seguro y apenas ofreció resquicios al centroeuropeo, muy lejos de ser ese peligroso tenista de antaño o del jugador que venció al balear en la Copa Davis de 2004, justo cuando éste debutaba. Nadal sólo se despistó en el segundo set cuando sacaba para ganar por 7-5 y permitió que Novak se rehiciese y forzase un «tie-break» donde el español compensó su error anterior.

Por otra parte el también mallorquín Carlos Moyá se despidió del Abierto de Estados Unidos, tras caer en un reñido encuentro ante el americano James Blake. En un partido épico para el norteamericano, Blake, quinto cabeza de serie del torneo, selló su pase a octavos tras remontar cuatro puntos de desventaja en el segundo set y deshacerse de Moyá en el «tie break». El americano, que suma su tercera victoria sobre el balear de los ocho enfrentamientos que han tenido, se impuso por 6-4, 7-6 (8-6), 2-6 y 6-3, al aprovechar mejor las oportunidades para lograr el triunfo como los dos de «break» en el cuarto set. Además, Carlos Moyá, que no tuvo la mejor noche, no supo aprovechar las cuatro pelotas de set que tuvo en la segunda manga, permitiendo la remontada de Blake, lo que le dio moral para lograr el triunfo final. Por su parte, Roger Federer, que puso la directa para revalidar el título, demostró sobre la pista de Flushing Meadows su condición de número uno del mundo, tras deshacerse en una hora y 28 minutos del norteamericano Vicent Spadea por 6-3, 6-3 y 6-0. Los dos favoritos, Nadal y el suizo, siguen adelante.

El resto del encuentro fue de dominio de un segundo favorito que se va encontrando más a gusto en Flushing Meadows y que ya está entre los ocho mejores. En su línea habitual, comenzó con una rotura rápida que descentró al checo, incapaz de frenar al manacorí que cerró el primer set en menos de media hora (6-1). Nadal jugaba a un buen nivel y aunque Novak le forzó algo más en el segundo parcial, sólo el mencionado despiste poco habitual del español, le permitió albergar alguna esperanza. El balear finiquitó en la «muerte súbita» a su rival, que la única concesión que le dio en el tercer y definitivo set, significó la rotura y la pérdida del encuentro.