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Manzano ha vuelto a sacar del armario los apuntes en los que se inspiró para triunfar en su primera etapa en Mallorca. Tres jornadas después de su puesta de largo en el campeonato, el técnico jienense parece haber dado con la fórmula ideal para encajar de la mejor manera posible las piezas del rompecabezas que tiene esparcidas por el vestuario. Poco a poco, el equipo se ha ido adaptando a los rasgos de sus futbolistas más desequilibrantes y cuenta ya con un plan perfectamente definido sobre el que se apoyará a partir de ahora. La vuelta de Ibagaza y la polivalencia de hombres como Arango o Bosko Jankovic -no jugó en Zaragoza pero seguramente irá ganando protagonismo con el paso de las semanas- ha permitido que el cuadro isleño recupere el rombo para compensar la zona ancha y su propuesta parece ahora más ambiciosa que nunca.

Manzano le dio un vuelco al once a su paso por La Romareda con la intención de hacerle un hueco a Ariel Ibagaza, que ya sabe que le va a tocar ser el nuevo referente del plantel a la hora de hilvanar el juego de ataque. La primera gran diferencia con respecto a sus planteamientos de otras semanas residía en el círculo central, donde se disolvió la sociedad Basinas-Pereyra, que había sido la encargada de llevar el timón desde el tramo final de la temporada pasada. En su lugar, el argentino se quedó solo y se instaló por delante de la defensa cargando sobre su espalda la responsabilidad de cortocircuitar el sistema del rival. La misión de crear y buscar los espacios para que los puntas culminen la jugada fue para eCaño, que pese a estar aún muy lejos de su mejor nivel está llamado a ser la piedra angular del once durante toda la temporada. Él tendrá que descargar el juego de sus compañeros y desempeñar un papel que nadie supo interpretar a lo largo de sus tres años de ausencia.

Curiosamente, con este cambio de dirección el Mallorca de Manzano recuperará el dibujo táctico que le llevó a conquistar la Copa del Rey en el año 2003. En aquella ocasión, la plaza que hoy ocupa Pereyra era para el colombiano Harold Lozano, mientras que las bandas eran para Albert Riera y Àlvaro Novo. Ahora, las opciones del técnico son mucho más amplias. Tuni, Pisculichi, Arango, Jonás Gutiérrez, Jankovic y Kome tienen capacidad para caer a las orillas y conectar con la línea más avanzada.