A una semana para que la Liga FEV femenina levante el telón, el Ícaro Alaró presentó ayer al mejor equipo de su historia. En la sala de plenos del Ajuntament y con las principales autoridades políticas presentes, el presidente Carlos López apuntó las directrices del nuevo proyecto. Un proyecto que antes de comenzar ha conseguido levantar mucha expectación con la llegada de jugadoras como Maurizia Caccitori y que mantiene sus raices con la presencia en el primer equipo de jugadoras como Cati Pol.
El Alaró ha sufrido muchos cambios durante este verano. La llegada del nuevo presidente ha significado la profesionalización del club. Con una junta directiva repleta de personalidades de la escena balear, Carlos López ha apostado por un proyecto muy ambicioso. La primera determinación tuvo que ser dejar el pabellón de Alaró.
La instalación no reúne las condiciones que exige la Federación Española, pero el equipo ha querido mantener su vinculación. La cantera se queda en el pueblo y las jugadoras del primer equipo han encontrado acomodo en la pista de la Universitat. Allí entrenan y allí van a jugar los partidos. El primero el próximo sábado (19.00 horas) ante el Universidad de Granada, un recién descendido de Superliga.
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