Manzano lo tiene claro. Foto: MONSERRAT

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Miquel Alzamora
Tres puntos para dar el primer salto de la temporada. Ese es el gran objetivo del Real Mallorca en el partido que esta tarde le enfrentará al Villarreal de Manuel Pellegrini. Tras la victoria ante el Espanyol hace una semana, el equipo rojillo afronta el segundo partido consecutivo en casa con el objetivo de ganar y empezar a buscar acomodo en la zona más templada de la clasificación. Son pocas las opciones que da el calendario de disfrutar de dos encuentros seguidos en casa, de ahí que sea casi una hoy una obligación no fallar (ONO Estadi, 18.00 horas).

Inicialmente la propuesta futbolística que tiene previsto plantear Gregorio Manzano sobre el tapete del estadio mallorquinista es lo suficientemente ambiciosa para pensar que puede verse un buen partido. Es previsible que los jugadores vayan tomando nota partido a partido y hoy, contrariamente al día del Espanyol, no se malgaste la primera parte y el tedio no se apodere de la grada.

Para evitar esto, es previsible que el goleador la pasada jornada, Maxi López, salga de inicio y que forme dúo atacante con Víctor Casadesús, otro de los hombres que está atravesando por un buen momento de forma y, pese a que no ha marcado, siempre suele ser protagonista en gran parte de las jugadas ofensivas del Mallorca.