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La Federació de Boxa de les Illes Balears nace bajo sospecha. Después de dieciséis años sin representación federativa, con una delegación presidida por Andrés Isern como único vínculo de unión con la Española, la constitución de la nueva junta directiva ha sembrado la polémica. Un sector de peso dentro del mundillo pugilístico de la Isla ha denunciado «graves irregularidades» en el proceso que ha conducido a Manuel Sánchez Barrera a la presidencia de la Federación.

Las desaveniencias surgieron hace unas semanas, cuando el reconocido juez árbitro Rufino Fuentes presentó su candidatura a la presidencia de la Balear. Paralelamente, Manuel Sánchez diseñó otro plan para acceder al sillón federativo. Logró el apoyo de los clubes Ibiza Boxing Club, «Es Gimnàs» M. Antich de Porreres, Club de Boxeo S.N. Boxing y Gimnasio de Boxeo Mas Martí III, que suscribieron el acta de fundación. A pesar de que no se celebraron elecciones a la Asamblea General, la Direcció d'Esports dio de alta a la Federació de Boxa de les Illes Balears el pasado 19 de julio, ante el asombro de los anteriores gestores.

Una de las primeras medidas que adoptó el nuevo presidente fue la destitución del árbitro Manuel Oliver, uno de los más reconocidos a nivel internacional, como presidente de los árbitros y jueces de las Islas por una «pérdida de confianza». El presidente Manuel Sánchez, además, le abrió un procedimiento sancionador a Manuel Oliver, al que lanzó graves acusaciones.