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Miquel Alzamora
Llegar es difícil, mantenerse y consolidarse más y Gregorio Manzano lo ha conseguido. Mañana, ante el Levante, celebrará el partido 200 en los banquillos de Primera División. Empieza a quedar lejos el 22 de setiembre de 1999 cuando debutó en Los Pajaritos en un partido Numancia-Valladolid. Arrancó dirigiendo al equipo Pucelano, después llegó todo lo demás. Racing, Rayo, Mallorca, Atlético, Málaga y de nuevo en la Isla. En total dos centenares de partidos dirigidos en la máxima categoría del fútbol español.

Mañana celebrará una honomástica muy especial, aunque todavía el resultado impide aventurar si será una celebración feliz o por el contrario el resultado no acompañará a la fiesta. «Os puedo asegurar -dijo ante la Prensa- que si ganamos será una celebración especial, de lo contrario no lo será tanto. Coincide con un número de partidos en Primera División importante. Parece que fue ayer cuando debuté en Soria entrenando al Valladolid y paso a paso he llegado a este partido número 200. No deja de ser una anécdota y esperemos que el partido tenga un final feliz y podamos celebrarlo con una victoria», dijo Manzano.

Alcanzar los 200 partidos dan para mucho en Primera y no es fácil, así como está el fútbol, encadenar de forma consecutiva tantos encuentros en la máxima categoría. De hecho sólo un reducido grupo de privilegiados como Víctor Fernández, Jabo Irureta, Fernando Vázquez y Juande Ramos son los únicos técnicos de la Liga que superan al de Jaén.