Es indiscutible que para ganar una Vuelta con el nivel que ha registrado esta Semana Internacional de ciclismo masters hay que preparar bien las carreras. Miquel Joan Adrover era consciente y después de comprobar el año pasado que podía estar entre los mejores, entrenó los recorridos en las semanas previas a la cita y terminó logrando una importante victoria.
Tras finalizar la última etapa de la Vuelta a Mallorca disputada ayer, Miquel Joan Adrover no podía esconder su alegría. «Sabíamos que iba a ser un día peligroso y que nos iban a atacar constantemente, pero yo también sabía que tenía un equipo detrás que me iba a respaldar. Ha habido que sufrir para ganar, pero se ha conseguido Estoy muy satisfecho» reconocía instantes después de enfundarse el maillot amarillo que le acredita como vencedor de la clasificación general.
En una etapa con dos ascensiones a puertos de segunda categoría, el corredor mallorquín pasó por apuros en los kilómetros en llano. «Las dos vueltas por Santa María han resultado muy duras. En la subida a Can Costa me quedé sin equipo, pero suerte que alguno logró recuperarse y que los mallorquines de otros equipos también me han echado una mano» comentaba.
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