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PALMA AQUA MÀGICA 83
L'HOSPITALET 88

PALMA AQUA MÀGICA (17+16+24+26): Robert Battle (11), Pedro Sala (9), Josep Pacreu (9), Anderson Schutte (12), Chris Massie (21) -quinteto inicial-, Sergio Ramos (0), Danny Lewis (10), Santi Toledo (0), Shay Miller (4) y Ray Tutt (14).

24 de 40 en tiros de dos, 4 de 23 en lanzamientos triples y 23 de 27 en tiros libres. 39 rebotes (25 defensivos).

CB L'HOSPITALET (27+22+16+23): Adrián Boccia (9), Xavier Forcada (5), José Salvador Arco (17), Juan Manuel Torres (4), Roger Fornas (9) -quinteto inicial-, Damon Johnson (8), Luka Marolt (0) y Mamadou Diene (6).

25 de 45 en tiros de dos, 7 de 22 en lanzamientos triples y 17 de 23 en tiros libres. 24 rebotes (16 defensivos).

Àrbitros: Santana Morales y Quintas Àlvarez. Eliminaron con cinco faltas personales al jugador del Palma Aqua Mágica Robert Battle y a los del CB L'Hospitalet Xavier Forcada y Juan Manuel Torres.

Tolo Jaume

L'Hospitalet bajó ayer de la nube al Palma Aqua Mágica. Con problemas en defensa y un gran atasco en el perímetro los hombres Àngel González Jareño vieron de lejos la que pudo ser su quinta victoria consecutiva y cedieron su primera derrota en la temporada en Son Moix para seguir entre la élite de la Liga Española de Baloncesto (LEB) compartiendo su posición de privilegio.

La presión por toda la cancha sobre la salida del balón de los celestes empezó a traer problemas a un Palma Aqua Mágica que vio como la velocidad visitante y los problemas en los ajustes defensivos en las marcas sobre Boccia y Forcada le condenaban a un parcial de 0-9 (5-14) que marcaba las primeras diferencias cuando apenas se había superado el ecuador del primer acto. El juego interior de los isleños con Battle y sobre todo Massie sujetaban a los locales en un duelo en el que L'Hospitalet iba marcando nuevas máximas cuando ante la endeblez de la zona isleña.

Mejoró algo el Palma Aqua Mágica en el segundo cuarto cuando la dirección de Lewis comenzó a carburar y Tutt salió del anonimato, pero una más que discutible antideportiva a este último frenó el despertar celeste. La falta de acierto del tiro exterior mallorquín lastró mucho el intento de recuperación y la pintura, donde el visitante Torres se cargaba de personales, se convirtió en casi el único argumento de los de Jareño, que probó multitud de variantes sin que ninguna llegara a cuajar.