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VIVEMENORCA 80
GRUPO CAPITOLIO VALLADOLID 87

VIVEMENORCA (28+14+19+19): Moss (26), Clancy (12), Nacho Rodríguez (2), Stojic (6), Farabello (9) -cinco inicial-, Nacho Yáñez (9), Alzamora (9), Brown (7), Bazdaric (0).

GRUPO CAPITOL VALLADOLID (21+21+24+21): Gomis (15), Corrales (5), Hopkins (24), Yebra (7), Eley (13) -cinco inicial-, Beechum (12), San Miguel (4), Rejón (0), Morentín (2) y Santos (5).

Àrbitros: Mitjana, Llamazares y Cardús. Sin eliminados.

Incidencias: partido de la cuarta jornada de la Liga ACB disputado en el pabellón Menorca de Mahón ante unos 5.100 aficionados.

Efe|MAÓ

El ViveMenorca acumuló ayer su tercer tropiezo en la presente temporada de la Liga ACB al caer en su propio pabellón ante el Valladolid (80-87), como consecuencia, en gran medida, de sus propios errores y la falta de concentración.

El conjunto insular sólo evidenció algún atisbo de buen juego a lo largo del primer cuarto. El resto del partido jugó a merced del ritmo que imprimieron sus rivales, cuya gran defensa se les atragantó. A ello se unió además el gran encuentro que completaron tanto el base francés Joseph Gomis como la eficacia en los lanzamientos del estadounidense Bernard Hopkins, los dos mejores en la cancha de Maó.

El Grupo Capitol Valladolid desplegó un inicio arrollador, con un contundente parcial de 0-5. El Vive Menorca reaccionó. Logró equilibrar el partido y, a falta de 2:10 para el final del primer cuarto llegó incluso a situarse con una ventaja de diez puntos (24-14). El segundo cuarto se caracterizó por un mejor rendimiento del Valladolid. Tras un parcial de 0-7, el equipo de Paco García remontó el encuentro hasta conseguir su primera ventaja en este parcial y situó el marcador en 36-37.

El Menorca buscó en los recambios una solución pero su técnico Curro Segura no halló respuesta. La falta de concentración de sus hombres se hizo evidente durante algunas fases, como ya les sucediera el pasado jueves ante el Real Madrid (107-78). La segunda mitad se inició con empate a 42, que mantenía vivas las esperanzas de los locales. Sin embargo, el Viva Menorca comenzó a acusar las faltas personales y siguió sin encontrar un patrón de juego capaz de desbordar la buena defensa de su adversario.