El italiano Emanuel Canonica golpea la bola, ayer en Son Sant Joan. Foto: SEBASTIÀ AMENGUAL

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La vertiente más espectacular y llamativa del golf tomó ayer por unas horas la pista sur del aeropuerto de Son Sant Joan. El objetivo: superar el drive más largo del mundo y de paso, abrir la puerta de la cuarta edición del Mallorca Classic, que a partir de hoy trasladará su acción a Pula Golf. Sin embargo, el San Miguel Drive Record se quedó finalmente en un humilde intento, ya que la falta de viento propició que el lanzamiento más largo de la tarde se quedara a casi la mitad de la plusmarca mundial y muy por detrás del registro conseguido en 2005 en esta misma prueba.

El inglés Paul Slater, que el pasado mes de abril fijó la marca a batir en 808 metros, impuso sus credenciales y se anotó la victoria, pero no pudo pasar de 481 metros y se quedó a 25 del lanzamiento ejecutado en la primera edición por Gonzalo Fernández-Castaño. El español, que junto al italiano Emanuele Canonica completaba la terna de participantes, fue incapaz de rebasar la distancia que alcanzó el año pasado y evitar el triunfo del profesional británico, quien reconoció tras su concurso que le parece casi imposible superar los números que él mismo acredita.

Curiosamente, los lanzamientos de prueba fueron los más destacados del día. Los participantes calentaron los músculos con cuatro bolas de tanteo y fue ahí donde le dieron más trabajo a los medidores. Fernández-Castaño llegó hasta los 467 metros y Slater fue más allá del medio kilómetro (501), pero las marcas no fueron válidas y desafortunadamente, se perdieron entre la inmensidad de la pista.