Ronaldinho realiza un gesto durante el entrenamiento del Barça.

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El estadio Santiago Bernabéu acoge el clásico del fútbol español entre un Real Madrid recuperado tras su triunfo en Bucarest y un Barcelona «tocado» después de caer ante el Chelsea, que miden fuerzas con la ausencia de sus dos goleadores, Ronaldo Nazario y Samuel Etoo. Alza el telón el clásico con tintes de igualdad. Con el triunfo presente y la imagen de superioridad del Barcelona en el último referente en el Bernabéu (0-3), el madridismo se agarra a la figura de Fabio Capello y a la resurrección del equipo en Bucarest, tras lo ocurrido en Getafe, para optar a tumbar al eterno rival. Será el reencuentro de dos viejos amigos. Capello y Rijkaard. Técnico y jugador de un Milán que pasó a la historia. Los años pasan y convertidos en dos técnicos de referencia y éxito, protagonizarán su primer enfrentamiento. Llega el Real Madrid con ánimos renovados y con conciencia de equipo. La pésima imagen en Getafe, en su primera derrota liguera el pasado sábado, provocó una sucesión de reuniones que llevó a la reacción a los futbolistas en Liga de Campeones.

El buen gusto dejado en la boca de Capello llevará al técnico italiano a repetir el equipo. Con Iván Helguera y Robinho recuperados para la causa y el brasileño dejando en el banquillo a un recuperado José Antonio Reyes, gran novedad en la convocatoria. Capello dará continuidad a Sergio Ramos en el lateral derecho ante las ausencias de Míchel Salgado y Cicinho. Convencido del buen rendimiento de la pareja Cannavaro-Helguera, el futbolista andaluz jugará en el puesto en el que es un fijo en la selección para Luis Aragonés. En un duelo que asegura goles (en 76 veces que se han enfrentado sólo tres acabaron a cero los dos equipos), Capello ante la ausencia de Ronaldo por sanción, confía en Van Nistelrooy y Raúl. El capitán nunca falta a la cita ante el eterno rival, al que ha marcado nueve goles, siete de ellos en el Bernabéu.

El Barcelona llegará a Madrid después de perder el miércoles en Londres parte de la relajación con la que podía llegar al Santiago Bernabeu, donde saltará con una ventaja de cinco puntos sobre su rival. Los barcelonistas se sabían ante una semana de máxima tensión que iniciaron con buen pie tras imponerse en la pasada jornada liguera al Sevilla. En aquel partido, Ronaldinho, la estrella azulgrana, marcó dos de los tres tantos de su equipo y dio a entender que ya se había recuperado de un arranque de temporada en el que se había criticado su rendimiento. Ahora, los barcelonistas llegan mínimamente heridos al clásico y habrá que ver si la voluntad es la de redimirse o la de aumentar las dudas sobre el estado del campeón español y Europeo esta temporada, sin descartar algún golpe de efecto del técnico Frank Rijkaard.