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Ginés Muñoz|BARCELONA
La alegría de Ronaldinho contra la profundidad de Roberto Carlos; la clase de Edmilson ante la potencia de Emerson; el recorrido de Sylvinho frente a la imaginación de Robinho... Brasil acapara el protagonismo en el Bernabéu. Con Ronaldo en la celda de castigo, Ronaldinho acaparará todos los focos en un escenario del que salió ovacionado el pasado 19 de noviembre tras una enorme exhibición de talento, velocidad, regate y definición que ridiculizó a la defensa blanca y fulminó al Real Madrid en tan sólo dieciocho minutos (0-3). Ronaldo de Asis 'Ronaldinho', el azulgrana en cuestión, reconoció después de su particular festival que había sido «el partido soñado» y que la noche que acababa de vivir en el feudo del eterno rival no la iba a olvidar nunca. El 19 de noviembre de 2005 (duodécima jornada de Liga), el Barca visitaba el Bernabéu un punto por encima del Real Madrid (22 de los catalanes por 21 de los madrileños) en lo que sería uno de sus momentos álgidos de la temporada.

Tras un inicio un tanto dubitativo, los de Frank Rijkaard habían empezado a engrasar la maquinaria (ocho partidos sin perder en Liga y cuatro victorias consecutivas) y viajaron en la capital con la intención de distanciar a los blancos en cuatro puntos y empezar a encarrilar de nuevo el título. Al cuarto de hora, un punterazo de Etoo adelantó a los visitantes y, a partir de ahí, la superioridad azulgrana fue aplastante. El Barca hizo aquella noche un partido casi perfecto y Ronaldinho eligió el escenario ideal para proclamarse el mejor futbolista del mundo. El 'Gaucho' le hizo un guiño al 'Balón de Oro' con dos auténticos golazos en tan sólo dieciocho minutos. Ambos tan parecidos y, a la vez, tan estéticos, que al verlos por televisión el segundo parecía la repetición o un ensayo previo, con algo menos de recorrido, de lo que había sido el primero.

En el minuto 59, y en pleno vendaval azulgrana, el astro brasileño recogió un balón en el centro del campo, inició la carrera desde la banda izquierda, empezó su particular zigzagueo, sentó a Sergio Ramos con un regate hacia el exterior y dejó clavado a Iván Helguera con un recorte hacia adentro antes de fusilar a Iker Casillas. área. Ronaldinho volvió a aparecer en el 77 para demostrarle al mundo que, si quería, era capaz de volver a hacerlo. Esta vez recibió el balón algo más adelantado pero su carrera, pegada de nuevo a la izquierda, fue igual de imparable que la primera. El 'Gaucho' arrancó con el balón enganchado a la bota derecha, volvió a superar a Sergio Ramos con un endiablado cambio de ritmo y, algo más escorado cruzo el balón con el exterior ante la salida de Casillas para hacer el 0-3.