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Agencias|SAN SEBASTIÀN
La Real Sociedad, sin Diego Rivas y Morten Skoubo, busca esta tarde ante el Mallorca su primer triunfo de la temporada tras cinco derrotas consecutivas, en un partido que será trascendental para el futuro de Jose Mari Bakero quien, en caso de perderlo, podría despedirse ya de su plantilla la próxima semana. La Real protagoniza el peor arranque de la temporada de su historia y iguala el registro de al temporada 2001-2002 donde también consiguió un punto en los primeros seis partidos. Esta circunstancia marcará el desarrollo del encuentro porque los jugadores saben que de ellos dependerá en gran parte la continuidad o no de su actual técnico y, si es cierto que la unión es total en el vestuario, como manifiestan destacados miembros del equipo, harán todo lo posible por que Bakero siga siendo su entrenador.

Además de esa actitud, la Real necesita urgentemente mejorar su rendimiento defensivo -es el equipo más goleado de Primera División- y recuperar a Darko Kovacevic en el área contraria porque el delantero serbio, que es habitualmente la referencia atacante de los donostiarras, está bajo de forma en este inicio de Liga. El conjunto vasco es, según las estadísticas, el que menos peligro genera en la portería del rival. Los donostiarras jugarán en el ONO Estadi sin el sancionado Rivas ni el danés Skoubo, que se resintió de nuevo de sus problemas en el tendón de Aquiles en el entrenamiento de hoy y vuelve a dejar a Kovacevic toda la responsabilidad para el gol. Mikel Alonso, que era duda, viajó con la expedición realista y jugará de titular.

El 5-2 de la pasada temporada, con tres goles del venezolano Arango, se recuerda todavía en San Sebastián porque los errores que exhibieron en aquel entonces los jugadores que entrenaba Jose Mari Amorrortu no han sido enmendados, a pesar del desembolso económico realizado por el consejo de administración para dejar en el olvido la etiqueta de equipo blando en defensa. Los futbolistas de la Real están seguros de que el partido del ONO Estadi servirá para «cortar la mala racha del equipo», que todavía no conoce el triunfo en liga. «De nada nos sirve salir pensando que es el último partido. No tenemos que volvernos locos, sino cambiar el domingo. Y estamos convencidos de que mañana vamos a cortar la racha. Con un resultado positivo esto va a dar un giro radical», apuntó.