TW
0

PALMA AQUA MÀGICA 79 (21+26+12+20): Robert Battle (16), Pacreu (5), Perico Sala (10), Santi Toledo (0), Ray Tutt (17) -quinteto inicial-, Sergio Ramos (2), Danny Lewis (15), Andersson Schutte (4) y Chris Massie (10).

20 de 32 en tiros de dos, 8 de 20 en lanzamientos triples y 15 de 24 en tiros libres. 28 rebotes (20 defensivos).

LEÓN CAJA ESPAÑA 76 (19+22+20+15): Juanjo Bernabé (6), Javier Bulfoni (9), Terence Leather (8), Quinteros (24), Jaime Peterson (8) -quinteto inicial-, Urko Otegui (5), Stephane Dumas (6), Daniel García (3) y José Luis Fernández (7).

22 de 42 en tiros de dos, 5 de 15 en lanzamientos triples y 17 de 20 en tiros libres. 26 rebotes (19 defensivos).

Àrbitros: Germán Morales y Rafael Bey.

Tolo Jaume
El Palma Aqua Mágica exprimió ayer el oficio de Danny Lewis para reencontrarse con la victoria ante el León Caja España. El conjunto de Ciutat, que inciaba su serie de tres partidos como local ante el líder tras acumular dos derrotas consecutivas, se impuso en un final ajustado a pesar de evidenciar fisuras en su entramado defensivo.

Ambos contendientes convirtieron los minutos iniciales del partido en un intercambio de golpes en el que los hombres de Jareño acertaban a conseguir sus primeras ventajas. Los locales tenían problemas para cerrar el rebote en defensa, lo que suponía otra vía de ataque para los leoneses además de los problemas para realizar bien los balances defensivos que presentaba la escuadra celeste. Con 21-19 y las espadas en todo lo alto acababan unos primeros diez minutos en los que los inquilinos de Son Moix dejaron claro que su principal argumento volvería a ser el poderío interior de Massie y Battle.

Algo mejor empezaban las cosas para el Palma en el segundo parcial, ya que a 6:30 para llegar al descanso lograba su primera máxima ventaja de siete puntos (30-23) coincidiendo con la irrupción de Danny Lewis en la pista. El base estadounidense se hizo con el mando de las operaciones, pero obtuvo su oportuna respuesta en el acierto de Lucho Fernández, que con sus canastas impedía que los locales abrieran brecha en el luminoso.