Miquel Alzamora
El Govern balear, concretamente el president Jaume Matas ha solicitado al máximo responsable de la Federació Balear de Motociclisme, Pepín Yuste, la elaboración de un proyecto de construcción de un circuito de velocidad que permita cubrir las necesidades de los aficionados al motor de la Isla y, a su vez, haga posible la disputa de pruebas de nivel superior tales como una del campeonato de España, pruebas de automovilismo o carreras puntuables del Campeonato del Mundo de Supermotard. «Prepáramelo y tráemelo», le dijo el president Matas a Pepín Yuste. En esta conversación estaba también el mánager de Jorge Lorenzo, Dani Amatriaín. «Vi al presidente con una gran predisposición y hay que aprovechar su entusiasmo y también la euforia desatada en estos momentos tras el campeonato conseguido por Jorge», explicó Pepín Yuste a Ultima Hora en la jornada de ayer.
Dani Amatriaín cree que Almería puede ser una buena referencia. «Es muy válido como punto de partida, pero creo que se puede mejorar», apuntó el mánager de Jorge y profesional del mundo del motor. La situación del futuro recinto, cuyo nombre sería el de «Circuito Jorge Lorenzo», todavía no está definida. Los pasos que se darán a partir de hoy son claros: primero hay que plasmar un proyecto de circuito y posteriormente valorar si sería posible construirlo sobre el actual en Llucmajor y que es de propiedad privada, o en su caso, encontrar una parcela que posibilitara la construcción de una obra de estas características. Además de los 4.000 metros de longitud del circuito propiamente dicho, sería necesario también una superficie de 14.000 metros cuadrados de paddock más otros 20.000 metros cuadrados auxiliares. El circuito tiene que contar con un mínimo de 20 boxes de 8 X 6 con ducha y lavabo cada uno de ellos y una torre de control de tres plantas. Aparcamientos para aficionados, zona reservada a escuderías, un mínimo de 7.000 metros de viales para auxiliares y emergencias, un edificio hospital y zona de ocio son los otros puntos imprescindibles para que el circuito esté al nivel de el de Almería. Aún así no se llegará al punto de Cheste, Jarama o Montmeló.
El circuito referencia es el que se inauguró en 2000 en Almería y que es propiedad de David García, padre del piloto del mismo nombre y que fue alquilado a una empresa privada que explota sus instalaciones. En la gestión de este circuito andaluz está Dani Amatriaín, que desde su llegada ha dado un impulso importante en todos los sentidos al recinto almeriense, situado concretamente en la localidad de Tabernas. Mallorca tiene en estos momentos un circuito situado en Llucmajor, pero que no cubre las expectativas ni reúne las características mínimas para poder llevar a cabo pruebas de máximo nivel. El circuito ideal para una comunidad como la Balear debe tener una longitud de cuatro quilómetros, 900 metros de recta larga y 400 de recta de salida. La anchura máxima sería de doce metros y la mínima de diez.
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