Un operario observa el anillo central de la cubierta del velódromo de Sant Ferran. Foto: JAUME MOREY

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Fernando Fernández
El velódromo y pabellón multiusos de Sant Ferran adquiere mayor forma después de cumplir con uno de los trámites más complejos para su edificación. A lo largo de la jornada de ayer se elevó el anillo central de la cubierta, una enorme pieza de más de mil toneladas de peso que presidirá la cúpula de la que será instalación de referencia para el deporte balear. Los operarios de la UTE formada por Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) y Melchor Mascaró, empresas encargadas de su edificación, se afanaron en terner todo a punto para que cuatro potentes grúas, capaces de soportar más de 250 toneladas cada una de ellas, fueran las encargadas de poder levantar uno de los elementos estelares del velódromo que albergará el Mundial de ciclismo pista de 2007 y la instalación que también se convertirá en subsede de Eurobásket del próximo año. Después de más de cuatro horas en las que se fue elevando y mimando esta pieza clave, se consiguió situar sobre cuatro torres que se encargarán de sustentar el anillo durante los próximos días. Este elemento, que se situará cuatro metros por encima de la cubierta, estará unido a la estructura del pabellón gracias a dieciséis vigas de 50 metros cada una de ellas, y que se comenzarán a instalar a partir de mañana mismo. Éstas surcarán el cielo de Sant Ferran para emsamblarse al anillo, que llegó a Mallorca ya forjado y fabricado en el noventa por ciento, para ser trasladado hasta el centro mismo de la pista. Desde allí, se instaló a la altura requerida en un proceso complejo, pero que sus responsables supieron conducir con maestría.

Pese a los retrasos acumulados en la obra, sus responsables esperan poder finalizar la instalación de la cubierta a lo largo de este mes. Los arquitectos Luis y Jaime García Ruiz, Ignacio Sáez y Cristina Mehow, acompañados por el aparejador jefe, Marcos Nicolau, y Miquel Àngel Verger, fueron testigos de un momento determinante dentro del largo proceso de construcción de Sant Ferran. Antoni Serra y Antoni Palerm, presidente y director d'Esports de s'Institut, y el regidor de deportes del Ajuntament de Palma y responsable del Consorcio, Rafael Durán, no quisieron perderse el momento. Sant Ferran contará con dos cubiertas, una con el óvalo central como epicentro y otras exteriores. En ellas se instalará un enorme marcador que completará buena parte de la estructura de la instalación, que empieza a adquirir forma definitiva. Las gradas, el esqueleto y los exteriores comienzan a anticipar que Sant Ferran será una de las mejores instalaciones del país. Su preinauguración está prevista para el 20 de diciembre, pero en cuestión de días, se procederá a la instalación de un elemento más indispensable para la disputa del Mundial 2007.

El arquitecto holandés Sander Douma supervisará sobre el terreno la pista de madera siberiana que se colocará a lo largo de los 250 metros de cuerda de los que dispondrá Sant Ferran. Se espera que en poco más de un mes, esté completamente ubicada en su lugar, en torno al anillo que forma la grada, con lo que se podrían realizar las primeras pruebas informales para comprobar la adherencia y la correcta instalación de la misma. Para que los plazos fijados, que van por buen camino pese al retraso acumulado en las obras, se espera que la lluvia no sea un obstáculo que pueda frenar el proceso de construcción acelerado a lo largo de los últimos meses dada la inminencia de los eventos a organizar y el escaso margen temporada que resta para la entrega definitiva de la obra más ambiciosa que recuerda el deporte balear en toda su historia. Sant Ferran ya ha tocado techo y ahora toca esperar a que esta edificación faraónica, cuyo coste total ronda los 46,4 millones de euros, asumidos por Govern, Ajuntament de Palma, Consell de Mallorca y Consejo Superior de Deportes, sin dejar de lado a s'Institut como miembro del Consorcio, sea una realidad.