El Mallorca Renn Arena se queda pequeño

Fernando Fernández
El mundo del motor reclama una nueva instalación que suponga una alternativa al Mallorca Renn Arena de Llucmajor, también conocido como Circuit Illes Balears, un trazado de titularidad privada y para cuyo uso por parte de las escuderías y de los particulares se debe abonar un importe rebajado después del acuerdo alcanzado entre los propietarios y el Govern, que dispone de una serie de fechas para su uso libre. El circuito ubicado en Llucmajor es el único habilitado para desarrollar pruebas del Campeonato de Balears de motociclismo (Velocidad, minimotos...), pero no reúne las condiciones de seguridad requeridas para albergar pruebas de calado nacional. A ello se une el desgaste de su asfalto y una longitud y un diseño lejos de satisfacer las demandas de los organizadores de las fórmulas de promoción o eventos del calendario estatal. Todo esto se agrava con el factor de la insularidad, aunque la construcción de un circuito de primer nivel ayudaría a paliar algunas de las carencias de la única pista de velocidad utilizada regularmente en Mallorca, y que en los últimos meses, acoge pruebas de motociclismo de resistencia y velocidad y, en cuanto a automovilismo, tests de vehículos y cursos de conducción.

El Mallorca Renn Arena ofrece 3.200 metros de trazado, con un ancho de pista que oscila entre los diez y los doce metros. Sobre una extensión cercana a 200 mil metros cuadrados, posee una pista con cinco curvas de izquierdas y ocho de derechas, además de un circuito de 4x4, otro de karting y dos pistas deslizantes. De propiedad alemana, fue reinaugurado con motivo de acuerdo entre el Govern y sus titulares, con la presencia de Jorge Lorenzo. Tras un largo período de ausencia de pruebas, ha vuelto a gozar de un papel protagonista a nivel de competición, aunque únicamente para el motociclismo.