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Iván Ramis disparó ayer las alarmas del ONO Estadi. El central mallorquín se convirtió en el protagonista inesperado de la última sesión de entrenamiento de la semana y dio el susto de la jornada tras sufrir una lesión en la pierna derecha que afortunadamente resultó menos grave de lo que se esperaba en un principio. Pese a todo, el de Sa Pobla sufre una luxación de la cabeza del peroné de la pierna derecha que le mantendrá inactivo entre cuatro y seis semanas.

El Mallorca ultimaba los detalles del encuentro de esta tarde ante el Atlético y Manzano había diseñado una sesión a puerta cerrada en el mismo escenario del partido para ensayar algunas jugadas de estrategia y cuidar una serie de aspectos tácticos que aún seguían en el aire. En un tramo del entrenamiento, los futbolistas debían ensayar el remate ante la meta contraria y fue ahí donde se produjo la acción más desafortunada de la mañana.

Al parecer, Ramis se quedó clavado en uno de sus saltos y sólo unos segundos después sus gestos de dolor ya eran notables. Los médicos y los miembros del cuerpo técnico pasaron a la acción y le inmovilizaron la pierna derecha para no correr riesgos. El defensa, por el que se preocuparon enseguida sus compañeros, abandonó el césped sobre una camilla y fue recogido por una ambulancia en el exterior para ser trasladado después a la Policlínica Miramar de Palma.