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Carlos Román
Empieza un nuevo capítulo. Vicenç Grande volverá a sacar su ambicioso proyecto del cajón esta misma semana, pero esta vez ya será para trasladarlo a Cort y exponerlo sobre la mesa de la alcadesa. El presidente y máximo accionista del Mallorca no está dispuesto a dejar que el tema se enfríe y dará otro paso al frente en una de las semanas más ajetreadas que ha vivido el club en los últimos meses. Si dentro del terreno de juego se avecina una batalla apasionante, fuera del mismo se reanudará un proceso complejo y lleno de escalas que podría ser trascendental para el futuro de la entidad balear.
Desde que Grande aireó su tratado de intenciones, el plan de remodelación del ONO Estadi ha pasado por diferentes etapas y está a punto de alcanzar la madurez definitiva. Lo que al principio parecía una simple quimera ha ido cobrando forma mientras se le retiraban hojas al calendario y mañana podría seguir avanzando, ya de manera real, si consigue superar los primeros trámites oficiales.
La reunión prevista para mañana por la mañana en Cort nace con esa intención. Tanto el Ajuntament de Palma como el Govern balear se comprometieron en el mes de julio a escuchar la propuesta del club siempre y cuando estuviera bien fundamentada. Y ahora parece que el Mallorca lo tiene todo a punto para volver a dejar la bola en el tejado del consistorio. Catalina Cirer conocerá de primera mano los detalles del nuevo estadio y emitirá un primer veredicto que en cualquier caso, tendría que superar después una serie de filtros especialmente selectivos.

Primer paso
La sociedad anónima isleña se aseguró una porción importante del éxito este verano. Eplan Grande, que había recibido todo tipo de críticas, se hizo con un balón de oxígeno tras un encuentro a tres bandas entre Matas, Cirer y el presidente rojillo que tuvo lugar el día 21 de julio en el Consolat de Mar. Durante ese cónclave, el presidente del Mallorca logró arrancar un compromiso institucional para desarrollar su ambicioso proyecto urbanístico-deportivo, que principalmente pasa por ampliar la capacidad del estadio a 40.000 espectadores, crear una zona de ocio y comercial y construir las tres torres que flanquearán el hogar mallorquinista.
El president del Govern también lanzó un mensaje de complicidad al presidente tras el encuentro, aunque condicionó el desarrollo del proyecto al consenso político. «Queremos ayudar y estudiaremos todos sus proyectos. Eso si, vamos a buscar el consenso político. No queremos que el Mallorca se convierta en un elemento de disputa política», señaló Matas, que además fijó un plazo de tres o cuatro años para que Son Moix cambie radicalmente de aspecto.
Mallorca, Ajuntament y Govern pelearán por una solución que genere unaminidad en todos los ámbitos y Grande ya ha ofrecido algunas alternativas por si su planteamiento inicial no cuenta con el respaldo suficiente. De hecho, el promotor ya ha manifestado en más de una ocasión que está dispuesto a comprar al Ajuntament de Palma los terrenos sobre los que se asienta el actual estadio de Son Moix, e incluso barajó la posiblidad de levantar un nuevo estadio en otra ubicación de Ciutat.
Cirer también tendrá que pronunciarse. La alcaldesa abordó el tema hace algunas semanas coincidiendo con un acto de la peñas mallorquinistas y le tendió la mano a la entidad rojinegra, aunque con matices: «El Ajuntament de Palma está dispuesto a ayudar al club siempre que haya un buen proyecto detrás. Buscamos el interés general de todos los ciudadanos, pero tenemos en cuenta que el Mallorca es una entidad especial y muy importante», reconocía. El desenlace parece lejano, pero dentro de muy poco empieza a aclararse. Continuará...